A HABANA,  (AFP) – La falta del permiso del gobierno cubano para que las “Damas de Blanco”, esposas de presos políticos, recibieran el miércoles en Francia el Premio Sajarov, fue considerado por ellas como una muestra de intolerancia y puso otra gota ácida en la tensas relaciones de Cuba y Europa.

“El Gobierno mantiene una actitud irreflexiva y absurda. Muestra el carácter represivo, que tiene a los cubanos como rehenes”, dijo a la AFP Miriam Leiva, una de las cinco mujeres que proyectaban viajar a Estrasburgo a recibir el premio que entregó en esta jornada el Parlamento Europeo.

La negativa cubana fue mal acogida por europarlamentarios y la presidencia de la Unión Europea (UE), la cual critica a la isla por la situación de los derechos humanos, y es acusada con frecuencia por el presidente Fidel Castro de secundar la política de Estados Unidos.

Leiva, Julia Núñez, Loida Valdés y Berta Soler y Laura Pollán, se reunieron este miércoles en la casa de ésta última, en el popular barrio Centro Habana, para escuchar telefónicamente la ceremonia de entrega del premio en Francia.

Vestidas con ropas blancas (lo que le valió el apelativo de Damas de Blanco), y entre tazas de café mañanero, mientras unas escuchaban al teléfono, otras conversaban con la AFP.

“La negativa del gobierno nos obligó a que este miércoles que nos íbamos a vestir de gala, nos vistiéramos con nuestros trajes de campaña en la lucha por nuestros presos”, dijo Valdés.

Las leyes cubanas prevén que para viajar todos los ciudadanos cubanos tienen que contar con un permiso de salida, otorgado por las autoridades migratorias.

Las mujeres, que lo habían solicitado, no recibieron respuesta hasta esta fecha, pero en Estrasburgo el Parlamento Europeo dijo que el Gobierno cubano alegó problemas técnicos para no concederlo.

En 2002, otro cubano, el disidente Oswaldo Payá Sardiñas, del Movimiento Cristiano Liberación, también galardonado, recibió el permiso a última hora y pudo viajar.

“Lo que están demostrando (las autoridades) es que nos temen, a nuestras voces, a nuestro dolor. Vamos a continuar en esta lucha, la determinación cívica de las Damas de Blanco es irreductible”, expresó Valdés.

 En Londres, la presidencia de la UE, que ocupa Gran Bretaña hasta el 31 de diciembre, lamentó este miércoles en un comunicado la negativa oficial cubana, y dijo que “demuestra el irrespeto por las autoridades cubanas del derecho de sus ciudadanos a la libertad de movimiento”.

“Lo más importante no es recibirlo (el premio), sino el objetivo de nuestra lucha, que es por lo que hemos sido galardonadas: la libertad de nuestros presos, y vamos a continuar”, ratificó Pollán.

Agregó que la negativa “demuestra la situación de represión e intolerancia que se vive en Cuba” y añadió que el Gobierno “nos está tratando de ignorar, él sabe de nuestra existencia y quiere minimizarnos”.

Por su parte, Soler opinó que “el Gobierno se ha mostrado como es, en su prepotencia, totalitario. Nuestra lucha continuará en busca de un gran premio, que es la libertad de nuestros hombres”, añadió.

Castro, quien se felicita de “no necesitar” económicamente a Europa, ha acusado en varias ocasiones al bloque europeo de “hipócrita” por hablar de derechos humanos, pero estar “al servicio de los intereses de Estados Unidos”.  También tildó a la organización Reporteros Sin Fronteras, que comparte el premio Sajarov con las Damas de Blanco y la abogada nigeriana Hauwa Ibrahim, de “periodistas sin vergüenza”.

Las Damas de Blanco surgieron a raíz de la detención de 75 disidentes en marzo de 2003, condenados un mes después a penas de entre seis y 28 años. Quince de ellos fueron puestos en libertad por razones de salud.