Productores de cebolla de Azua, afirmaron que la actual cosecha de cebolla no se perderá gracias al proceso de negociación que se llevó a cabo con varias casas agroempresariales que adquirirán la producción de este año del bulbo en esa provincia.

Los productores de cebolla dijeron que las negociaciones fueron exitosas y oportunas, debido a que la cebolla no se perderá, y a que quienes la produjeron recibirán un precio que les permitirá volver a operar el año próximo.

Los productores Víctor Lavandier, Milcíades Galván, Apolinar Cubilete, Ramón Matos, Elpidio Díaz, Edison Hernández y Ramón Herrera, dijeron que de no haberse producido el actual proceso de comercialización, muchos productores de cebolla de esta provincia, no habrían tenido ni siquiera la posibilidad de pagarle al Banco Agrícola los créditos que recibieron.

El proceso de negociación para adquirir  la cebolla se llevó a cabo con la intervención del ingeniero Amílcar Romero, secretario de Estado de Agricultura.

Los productores de cebolla venden toda la producción de este año a las empresas Casa Calín, Agrocomercial Import, Casa Chepe y Pizca S.A., cuyos ejecutivos ofrecieron comprar el quintal a razón de 850 pesos el quintal, pese a que su precio actual es de apenas 600 pesos.

Manifestaron que este ha sido un año muy difícil, ya que la actual cosecha enfrentó el inconveniente de 35 días seguidos de lluvia, más la cebolla importada que estaba en el mercado.

Explicaron que muchos factores coincidieron como la falta de planificación de los cosecheros y los elevados costos de la producción de este año a causa de doble aplicación de abono y pesticida debido a que la lluvia se llevó la primera aplicación.

Actualmente en Azua se siembran cinco mil tareas de cebolla que producen entre 70 y 80 mil quintales de un bulbo de primera calidad. Los productores dijeron que algo muy positivo en la comercialización actual, es que las casas que adquieren el producto tienen más experiencia de mercado que los productores del bulbo a quienes otras personas estuvieron ofreciendo hasta 550 pesos el quintal.

Víctor Lavandier, productor de cebolla de Azua, resaltó la armonía que prevaleció durante las negociaciones para que la cebolla fuera adquirida en un tiempo relativamente corto, con lo cual se evitó un agravamiento de la crisis por la cual pasaban los productores.

Reveló que sólo él tenía 300 tareas sembradas del bulbo con una cuantiosa inversión que estuvo a punto de perder ya que tenía pocas posibilidades de vender el producto a un precio razonable como al que están recibiendo los cosecheros.

“El costo se disparó demasiado debido a los 45 días de lluvia, por lo cual los beneficios habrían sido mayores si no hubiese sido por la lluvia”, dijo.

Mientras que Milcíades Galván, otro productor de esta provincia, dijo que el proceso de negociación es un ejemplo que debe ser seguido por lo beneficioso que ha resultado para todas las partes.

“Si no hubiese sido por la mano amiga de los empresarios y el Gobierno, nos hubiesemos ido todos a la quiebra pero con estos precios podremos seguir adelante”, dijo Galván.