Los negociadores de República Dominicana se sentarán nuevamente frente a los de Estados Unidos, en la segunda ronda de discusión para la firma de un tratado de libre comercio entre ambos países.

Esta vez, el escenario será montado en San Juan, Puerto Rico, a partir de mañana lunes. Al inicio de esta segunda ronda, todavía se mantiene cierto temor entre los productores dominicanos, sobre la capacidad del joven e inexperto equipo negociador ante los avezados expertos de la principal economía del mundo.

Las negociaciones entre República Dominicana y Estados Unidos contemplan apenas tres rondas, la primera de las cuales se realizó en enero en Santo Domingo, la segunda se desarrollará durante esta semana en Puerto Rico y una última en marzo, en Washington.

Con ellas, se trata de adaptar a la realidad dominicana el acuerdo ya negociado por los centroamericanos y al cual será anexada la República Dominicana.

Si bien en Puerto Rico se han levantado algunas expectativas, respecto a los beneficios que este acuerdo pueda reportar, tomando en cuenta el nivel de intercambio entre las dos islas, entre los productores dominicanos aún persisten los temores.

Funcionarios de los departamentos de Fomento, Industria y de Comercio de Puerto Rico, se pronunciaron la pasada semana sobre las expectativas de que los intereses de su isla sean defendidos en las negociaciones y que se logren ciertas ventajas que impulsen aún más la colocación de productos puertorriqueños en el mercado dominicano.

Tal es la aspiración de los productores dominicanos, cuyos representantes viajarán a San Juan para estar cerca de los negociadores criollos y tratar de enterarse de cómo marchan los acontecimientos y tratar de influir en la medida de lo posible.

Si bien en los «salones de al lado» de las discusiones están presentes representantes de todos los sectores de la producción, hasta el momento, quienes han llevado la voz cantante son los avicultores y los industriales farmacéuticos.

Los productores avícolas mantienen una campaña intensa para tratar de impedir que los muslos de pollo de los norteamericanos tengan libre acceso al mercado dominicano.

Señalan en su comunicado que si bien pueden aceptar importaciones de pollo desde los Estados Unidos, no puede ser la totalidad de un subproducto que, como los cuartos de muslos, son considerado indeseables por el consumidor norteamericano.

Sostienen que para permitir la importación de una cantidad similar a la acordada entre Estados Unidos y Centroamérica, se necesita un plazo de degravación arancelaria de al menos cinco años para adaptarse y destacan las ventajas tecnológicas que mantienen los productores centroamericanos, respecto a los criollos.

En el caso de los farmacéuticos, aspiran a que lo relativo a patentes de invención se mantengan igual a lo acordado en el marco de la Organización Mundial del Comercio.

[b]EL PRECIO[/b]

Para lograr que los estadounidenses incluyeran al país en el Acuerdo de Libre Comercio negociado con los Estados Unidos, el país renunció a algunas posiciones consensuadas previamente con los caribeños, en el marco de las negociaciones para el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). También cedió en posiciones mantenidas anteriormente en el seno de la OMC.

Tales concesiones fueron reconocidas por el propio Robert Zoellick, Representante de Comercio de Los Estados Unidos, en las declaraciones dadas para anunciar su visita al país, en enero pasado, para asistir a la primera ronda de las negociaciones bilaterales:

«Al colaborar con Estados Unidos para alcanzar metas comunes en las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas y la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio, la República Dominicana ha verdaderamente dado un paso al frente y ha demostrado un fuerte deseo de utilizar su fortaleza económica como palanca financiera y sacar partido a plenitud de los mercados abiertos», señaló Zoellick, entonces.

Entre otros puntos de la agenda de discusión se incluye el acceso al mercado en los aspectos de compras gubernamentales, servicios de inversión, servicios financieros, textiles, bienes industriales y agrícolas.

Estados Unidos informó, además, que establecerá en sus negociaciones con República Dominicana, un “Grupo de Trabajo para la Creación de Capacidad Comercial”, el cual contará con la participación de representantes de instituciones internacionales, el sector privado y organizaciones no gubernamentales. Para el año fiscal 2003, el total del financiamiento estadounidense para este fin ascendió a 5,3 millones de dólares en el año fiscal 2003.

Las estadísticas norteamericanas establecen que las exportaciones estadounidenses al país suman 4.300 millones de dólares y las inversiones alrededor de 1.400 millones de dólares. Estados Unidos importa de la República Dominicana, mercancías por unos 4.200 millones de dólares.

[b]El ALCA[/b]

Mientras los Estados Unidos refuerzan su estrategia de negociaciones bilaterales con los países del continente, en el escenario del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, el tema de la agricultura ha hecho difícil el avance las negociaciones.

En la reunión viceministerial desarrollada la pasada semana en Puebla, México, no se logró mucho avance sobre el tema, básicamente por el caso de los subsidios, tema que enfrentó a los representantes del Mercado Común del Sur (Mercosur) y del denominado Grupo de los 14 (G 14), encabezado por Estados Unidos. El G 14 busca que al menos, algunos productos agrícolas continúen subsidiados, mientras que el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) plantea que todos deben dejar de recibir apoyo.

El G 14 está integrado por Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y El Salvador.

En la última reunión de la Organización Mundial de Comercio, realizada en septiembre en Cancún, México, la falta de acuerdos en el tema de los subsidios agrícolas provocó el fracaso del encuentro.

Durante la VIII reunión ministerial del ALCA celebrada en noviembre en Miami, los negociadores convinieron en un plan menos estricto para la creación del ALCA, por el cual los países miembros deberían cumplir ciertos requerimientos básicos, pero podrían optar por excluirse de cuestiones más polémicas relativas al libre comercio.

Las áreas de negociación son acceso a mercados, agricultura, inversión, servicios, compras del sector público, propiedad intelectual, política de competencias, subsidios, antidumping, derechos compensatorios y solución de controversias.