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POR MARIO MÉNDEZ
Los países de Centroamérica ya negociaron con los Estados Unidos, sin la participación de la República Dominicana, un acuerdo compensatorio por la concesión que dieron a los textileros de Carolina del Norte para neutralizar su resistencia a la aprobación del tratado de libre comercio, lo cual implicó una modificación de lo negociado inicialmente en el marco del DR-CAFTA.
En el caso de la República Dominicana, esta negociación está pendiente, según se informó.
Los países de la región aceptaron cambiar la regla de origen en la producción de sacos y pantalones, de manera que no se pudiera utilizar tela asiática para la fabricación de bolsillos de los bolsillos de esas prendas de vestir, sino tela producida en los países firmantes del tratado.
Esto implica un aumento de costos para la industria de la región, por lo cual los países firmantes del tratado buscarán una compensación.
La región accedió a la modificación, a partir de la vigencia del Tratado, en 2006, para sustituir el insumo asiático, por el regional.
La USTR adquirió el compromiso en abril pasado, en momentos en que la Casa Blanca trataba de conseguir los votos para la aprobación del TLC.
La autora de la propuesta fue la senadora republicana Elizabeth Dole, de Carolina del Norte, representante de los textileros de dicho estado, reacios al TLC, por permitir el uso de telas asiáticas.
Dole solicitó dicho arreglo el 29 de abril al titular de la USTR, Robert Portman, para sellar todo agujero que permita a los confeccionistas centroamericanos usar telas asiáticas, bajo las exenciones arancelarias del TLC.
La industria textil estadounidense se oponía a los espacios o permisos que el TLC da a los confeccionistas para importar telas asiáticas.
De acuerdo a lo que se había negociado en el TLC, cualquier prenda elaborada en los países centroamericanos con tela regional, con hilaza y algodón regional entrarán con el cero por ciento de arancel desde el primer día a los Estados Unidos.
Asimismo, en las reglas específicas de origen se negoció que se permitirá importar fibra o materia prima para procesarla, posteriormente elaborar la hilaza, luego la tela y finalmente confeccionarla.
En el documento también se afirma que se podrá exportar productos cortados y confeccionados a partir de tela de los Estados Unidos, la cual puede haber sido tomada con hilaza de cualquier país del mundo. En este caso el arancel que se cobrará será sólo sobre el valor agregado del país.
