)Negociar con la violencia?

)Negociar con la violencia?

Es muy sintomático lo que ha ocurrido con la película «La pasión de Cristo», de Mel Gibson. Porque siendo promovida por la iglesia o mejor decir las iglesias, ya que varias tendencias del cristianismo han incentivado a verla , su contenido es, a mi juicio, anti cristiano.

Y quiero juntar en este comentario lo que ocurre en un sitio literario de internet al que una «escritora» envía muchos textos de pura pornografía, y es significativo que ella gane con frecuencia el premio al autor más leído por los cybernautas cada mes.

Me interesa asociarlos porque ambas preferencias por parte del gran público hablan claramente de hasta dónde la exposición pública de la pornografía y la violencialo han deformado a muchas mentes de nuestro tiempo.

Empecemos por la película. Vemos a Cristo en Getsemaní, sus brazos sudan sangre, y sufre el dolor de su congoja. Continúa con la referencia a la historia que ya conocemos del Nazareno: La entrega a los romanos, el proceso violentísimo de llevarlo adonde Pilato, luego los chorros de sangre y laceraciones del viacrucis y finalmente, la carnicería de la crucificción, por decisión del Zanedrín u organismo político religioso judío antiguo, que era como el acusador público número uno de Israel.

Es de crisparse, ver a Jesús con el madero de infinitas libras sobre el hombro, que cae frecuentemente azotado por su peso y los golpes inmisericordes de los soldados. Cuando el Cireneo lo ayuda a llevar la cruz. Más adelante, las escenas premeditadamente dolorosas y escalofriantes del martillo entrando los clavos en los brazos y pies. Con el ruido estentóreo correspondiente, los quejidos, el llanto de las mujeres presentes, la compunción de los apóstoles, y las miradas sardónicas de los soldados.

Después, la esponja que le estrujan con violencia inenarrable en la boca y la cara. El sable que entra y desgarra el pecho. Cada escena vista de diversos ángulos, y en close up frecuentes para mostrar los virulentos detalles. Todo tan terrible, que el sacerdote creador de la teología de la liberación, el brasileño Leonardo Boff, ha dicho que ningún ser humano lo cual era Jesús en su forma terrena podría sobrevivir a los primeros cientos y cientos de foetazos, al raudal de sangre derramada, a esas caídas y empujones.

Todo es violencia. Lo único interesante que tiene la película es que sus parlamentos sean en aremeo la antigua y desaparecida lengua, mezcla de griego antiguo y hebreo , lo cual la hace salirse de las anteriores famosas filmaciones, hechas casi siempre en la lengua de los productores. Pero esto del arameo, creo que es parte del propósito de los que la idearon mercadológicamente, puesto que al ser en un idioma que obliga a ser subtitulado en cualquier país, y con frases cortas y escasas, conduce a que el espectador pueda concentrar su atención más en la violencia que ve y los quejidos y lamentos que escucha, y no en el contenido verbal de la obra. Esto es lo que interesa para su posicionamiento de venta.

O sea, que todo está fríamente calculado para promover la violencia como protagonista principal del filme.

Pues los records de asistencia a los cines, de solicitudes de la película, de mención de la misma en los medios de comunicación, la cantidad de copias vendidas y bajadas de internet, indican la gran deformación que los medios de comunicación, y la conducta social reflejada por su vía, han producido en la gente. Eso es algo profundamente preocupante, porque como dice un viejo aserto «Violencia engendra violencia». Y cuando la gente ve violencia y oye violencia y lee violencia y percibe por todos lados violencia, tiende, quiera o no hacia ella. Pues eso va creando en la mente un sustrato, un telón de fondo, un almacenamiento de gestos, sonidos, imágenes, que precondicionan al marido a golpear a la mujer, a la mujer al hombre, al hermano a su hermana o hermano, al hombre o mujer que va por la calle en relación a los que comparten la misma.

Eso debido a que hace el mismo efecto de la repetición de los anuncios publicitarios. Si no se produce un cambio en las reglamentaciones de los países sobre el material que se difunde por los diversos mass media, el mundo terminará en un baño de sangre, antes de que destruyamos el planeta, que es la otra bio violencia que ejercemos.

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