Negocios que endeudan y empobrecen al país

Negocios que endeudan y empobrecen al país

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
La pasada semana este diario se hizo eco de la enorme cantidad de equipos médicos almacenados y en franco deterioro en el hospital Rodolfo de la Cruz Lora, que no tiene dolientes y que al país le ha costado miles de millones de pesos obtenidos por lo general de préstamos internacionales que inciden en la deuda externa y tan solo han beneficiado los funcionarios que cabildean los préstamos para esos equipos, a sabiendas de que tales adquisiciones no podían instalarse para su uso inmediato.

Esos equipos deteriorados no son los únicos casos que periódicamente son denunciados por la prensa o la televisión, ya que en los patios y almacenes de la Secretaría de Salud Pública, mucha gente ha visto perderse costosos equipos por la desidia de los funcionarios para propiciar su instalación. Por igual la desfachatez es ver cada día los equipos dañándose o destruidos en otros hospitales, ya que no hay la grasa que acompaña esos contratos de compra, y los funcionarios que reemplazan a los favorecidos de otros gobiernos y reciben los equipos, se quedan con las manos vacías y no se ocupan de presionar en otras instancias del poder para aprovechar esos equipos logrando la asignación presupuestaria que materialice los planes originales que se tenían con tantos equipos dañados y costosos.

Incluso, muchos de los equipos que ya se dañaron son de origen español, de donde provienen casi todos los créditos favorables para hacer negocios con la burocracia dominicana, que se extiende a todas las actividades del gobierno de turno. Hasta vemos curiosos préstamos de señalización vial que han sido rotundos fracasos, ya que las señales adquiridas con esos préstamos ya están destruidas, como fue el caso de unas señales verticales plásticas de verde y blanco, instaladas en las intersecciones de la autopista Duarte, que no duraron ni una semana después de su instalación. Y ese es un ejemplo de un préstamo que gravita en la deuda externa que ni siquiera se ha pagado parte del capital ya que tal crédito se concertó en los primeros años de la administración perredeísta a principios del siglo XXI. Ni hablar de las defensas metálicas, fruto de otro préstamo con el Eximbank, que cada día se destruyen al ser impactadas por vehículos o son sustraídas descaradamente por los delincuentes y luego no son reemplazadas.

La adquisición de equipos para los fines de salud se han convertido en la forma más directa de que algún político del partido oficial de turno, que haya sido premiado con un cargo donde hay muchas grasa, se le permita rehacerse con esas maniobras de arreglos con empresas extranjeras que conllevan la concertación de créditos, que luego de aprobados por el Congreso bajo el argumento que son esenciales para mejorar los hospitales, se convierten en trasiego de jugosas comisiones que sirve para amasar fortunas en el exterior, o para pagarle favores al partido oficial de turno, de manera que si el funcionario no hizo grandes aportes durante la campaña del candidato ganador, pueda entonces gratificar a su entidad política con lo que se obtiene, en desmedro del patrimonio nacional. Se sabe que no serán sometidos a juicios o exigirle explicaciones, distinto a lo que ocurre en Francia con Chirac, que ahora se le investiga por actos de cohecho cometidos en su larga gestión política.

Los políticos dominicanos, que ocuparon altos cargos no les quita el sueño si eventualmente serían sometidos a la justicia; buscan con gran descaro recibir comisiones por tantos equipos médicos dañados, sin preocuparse por conocer las especificaciones de los equipos que se adquieren, particularmente en España, los cuales no pueden ser utilizados localmente al menos que sean sometidos a costosas modificaciones, ya que llegan desde el exterior con sus instalaciones para trabajar en sistema eléctrico distinto a las normas dominicanas. Ahí está la extraña importación de muchas unidades de vehículos para una institución del orden, que ni siquiera los representantes autorizados de los fabricantes conocieron de ese negocio.

Es una pena que en la fauna política prime la meta y la motivación de enriquecerse en las posiciones en que son nombrados o electos; el resultado es ver de cómo el país sigue dando tumbos en diversas áreas del bienestar común que cada día resultan más pesados para sacudirse de los mismos. Los niveles de educación constituyen un lastre de difícil liberación y en la salud es en donde se han cometido más indelicadezas, ya que la fragilidad del sistema oficial permite que se autoricen muchos negocios de créditos e importaciones de toda clase de equipos, desde simples camas de posición hasta costosos equipos de tomografía que luego se dejan dañar por la falta de conocimiento pero cumplieron su fin de proporcionar jugosas comisiones a quienes cabildearon esas compras.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas