José Alfredo Espinal 
abogado y activista Ramón Antonio Veras (Negro)
El futuro, el porvenir luminoso de nuestro pueblo, está a cargo de los batalladores, contrincantes y guerreros
Santiago– El abogado y activista Ramón Antonio Veras (Negro), afirmó ayer que se ha comprobado que el régimen económico predominante en el país es cruel e inclemente.
Dijo que frente a esa realidad no hay motivo para portarse compasivos, benevolentes, ni mucho menos piadosos. Señaló que el deber manda enfrentarlo, combatirlo sin tregua.
“Cada hombre o mujer, conforme sus posibilidades, está en condiciones para enfrentar un sistema injusto. Lidiar, reñir, contender, impugnar y esforzarse para hacer desaparecer lo que es una traba para el desarrollo humano. La situación es clara, afanar o claudicar”, indicó.
Según Negro Veras, la materialidad le dice a la mujer o al hombre dominicano, que lo suyo es hacer un buen papel como ciudadano, salir airoso en la batalla por un nuevo orden social, quedar como victorioso en el enfrentamiento que se da entre quienes quieren que todo siga, y “los que aspiramos a la renovación social”.
“El futuro, el porvenir luminoso de nuestro pueblo, está a cargo de los batalladores, contrincantes, guerreros y perseverantes en los combates por un país lleno de felicidad. Debemos olvidarnos de los pusilánimes”, afirmó.
De acuerdo con el reconocido jurista, el medio donde viven dominicanas y dominicanos, luce un paraíso por el quietismo, la inactividad, la inacción, la ausencia de movilidad y agitación en grupos humanos que, a su juicio, por el estado de opresión, se supone debe estar accionando, puestos en movimiento.
Veras sostuvo que la armonía no puede estar presente donde impera la desigualdad de oportunidades, que marca la buena vida de unos pocos y la infelicidad de la mayoría. Manifestó que el entendimiento no cuadra entre opresores y oprimidos.
Expresó que la avenencia, la unidad, la conciliación y el sosiego, no están allí donde funciona un orden social que hace posible la enemistad, la violencia y el odio.
“Sería bueno saber si la mayoría del pueblo dominicano, se siente a gusto, a sus anchas, a cuerpo de rey, gustosamente, complacido o, por el contrario, permanece disgustado, contrariado, de mala gana, fastidiado, lleno de sinsabores y hosquedad”, puntualizó.
