Opina que la minoría que disfruta del poder del Estado, precisa de mujeres y hombres que estén satisfechos y contentos
Santiago.- Para el doctor Ramón Antonio -Negro- Veras, reputado jurista y activista, el ordenamiento económico y social predominante en el país genera, motiva y estimula la cultura de la obediencia ciega a los dictados de los grupos de poder, a la mansedumbre, la manejabilidad y a todo lo que lleva a ser aborregado. Y es que, a su juicio, un sistema social que tiene por base la desigualdad de oportunidades necesita ciudadanos que se comporten como una seda, suavecitos, nunca desobedientes ni rebeldes, para sobrevivir.
“Muy poco o nada se saca para luchar contra la opresión de que son víctimas las masas populares si solo se cuenta con personas formadas para hacer conformistas, listas para contemporizar”, indicó.
Negro Veras considera que la minoría dominicana, que de manera placentera disfruta del poder del Estado, precisa de mujeres y hombres que estén satisfechos, contentos, aunque sea con las migajas que les dejan caer los poderosos.
Afirmó que en sociedades degradadas, como desde hace mucho tiempo está la dominicana en lo ético y moral, resulta difícil ser consciente de sus deberes y poner cuidado en lo que se hace. “Ser responsable se ha convertido en una dificultad”, agregó.
Manifestó que sostener ideas políticas y sociales diferentes a las de los que se aprovechan del sistema y de sus taras es tener como adversarios a los arribistas, oportunistas y al fácil de doblar, es decir, a los educados para la sumisión y la docilidad en potencia.
Hay que accionar; nada de abstenerse
Negro Veras dijo que la realidad, aunque sea fea, hay que exponerla para que sea bien conocida. Expresó que este país no debe continuar como hasta ahora, bajo la influencia de grupos de proceder elástico, prestos para portarse con blandura. “El tiempo pasa; los años se suceden; transcurre el día a día y nuestro país ahí, como si nada, acumulando pesares y con la triste verdad de que un año termina y el otro comienza con la misma caterva de pobres”, apuntó.
Consideró que la mujer o el hombre que se siente estar comprometido con la lucha social debe hacer honor a su responsabilidad moral, política, ciudadana y de conciencia, avivando la brega por una modificación del modelo económico actual.
Afirmó que la obligación de hacer menos pesada la vida material y espiritual al pueblo dominicano tiene que ser asumida por quienes, por sentido del deber, no pueden dejar de obedecer a lo que por convicción están llamados a hacerse cargo de ejecutar.