WASHINGTON.  AFP.  Una corte federal de apelaciones suspendió ayer la ejecución de Troy Davis, un negro estadounidense condenado a muerte por el homicidio de un policía blanco tras un polémico juicio, y que iba a recibir la inyección letal el lunes en Georgia (sudeste).

   La Corte de apelaciones competente para el estado de Georgia «aceptó suspender la ejecución», declaró a la AFP Sara Totonchi, responsable de una asociación local de lucha contra la pena de muerte.

   La Corte pide a las partes que le entreguen sus conclusiones en 15 días, tras lo cual tendrá otros 10 días para pronunciarse sobre un eventual reenvío del caso a un tribunal de primera instancia.    Las cortes de apelación federales se pronuncian únicamente sobre la forma. Es el tribunal ante el cual el caso sería eventualmente reenviado el que decidirá si este hombre de 40 años, 17 de los cuales en el corredor de la muerte, puede beneficiarse -como reclama- de un nuevo proceso.    Según la Corte de Apelaciones, Troy Davis debe demostrar que «puede presentar pruebas que apoyen su reclamo». 

Es la tercera vez  que el reo se salva de la  muerte.