No, no es una grosería nuestra. “Abuelita entrometida” es una de las tantas  formas de autodefinirse que tiene Neide de Ugona.

Esto no lo decimos en  el mal sentido de la palabra, sino porque independientemente de  sus nietos y de sus 69 años,  es una mujer muy joven y vivaz de espíritu.

Y es que desde siempre Neide ha tenido una vida plena, muy intensa.

“Sembré, crucé el océano Atlántico y el mar Caribe, pinté, parí dos hijos, no del mar Caribe, sino de Ernesto Ugona, mi compañero, y escribí, escribí, escribí…

Precisamente esto último constituye su gran pasión, pues desde pequeña Neide sintió amor por la lectura y por la escritura.

“Nací con eso en la sangre. Desde pequeña inventaba muchas historias que tenían un marcado toque literario”, nos cuenta.

Sin embargo, fue muchos años después cuando pudo vivir esta gran pasión a plenitud.

“Mi sueño de ser escritora se vio aplazado cuando me casé y me fui con mi esposo a Venezuela, pues a él le habían hecho una oferta de trabajo. Allí tuve dos hijos y luego vinimos a vivir aquí, por el trabajo de mi esposo, y yo me dediqué a criar a mis hijos”, dice.

Pero el deseo de ser escritora continuaba ahí, así que buscando un “escape” inició la carrera de periodismo, la que no concluyó pues “siempre me quedaba dormida”.

No le quedó de otra que dedicarse a escribir, lo que para ella significaba la realización de uno de sus más grandes sueños.

Su cosecha

Neide ha escrito más de diez libros para niños, pues son su debilidad, y tiene en su agenda para antes de final de este año lanzar tres cuentos más.

Sin embargo, su pluma también incluye a los mayores,  a  quienes dedicó un libro de cuentos para adultos: “La agujeta entrometida y otros cuentos”.

“Este cuento tiene como objetivo llevar a mis lectores a sentir, reír y caminar por todos esos caminos que yo recorrí”, dice.

“La agujeta entrometida y otros cuentos” está disponible en las librerías del país, esperando por usted para que conozca a esta abuelita dulce y aventurera  por demás. 

Las frases

Neide de  Ugona 

Antes de morirme quiero escribir veinte libros más”.

Me gusta escribir para los niños porque es necesario inculcar en los pequeños el amor por la lectura”.

Escribir un libro en este país es difícil porque no hay cultura de lectura, pero uno lo hace por amor al arte”.

Yo amo esta tierra, me ha dado unos nietos hermosos”.