Nélcido Michel Díaz

Nélcido Michel Díaz

DONALD GUERRERO MARTÍNEZ
Los sucesos políticos de abril 1965 habían paralizado a los clubes de Leones del país, pero en todos hubo socios leones que mantuvieron vivo su interés en la afiliación, y que contribuyeron con dedicación y esfuerzos a reorganizarlos inmediatamente cesó aquella situación. Es el caso del doctor Nélsido Michel Díaz, recientemente fallecido, quien fuera un destacado miembro del Club de Leones de Barahona, que puso muchas veces, desinteresadamente, su profesión de médico al servicio de personas de escasos recursos, una acción humanitaria que han continuado, a través de los años, otros médicos de allí, también socios leones.

Al reorganizarse el Club de Leones de Barahona, que había sido fundado el 15 de diciembre 1964, el doctor Michel quedó inscrito como socio fundador. El de Barahona fue el cuarto club de leones del Distrito R, entonces provisional, precedido solamente por los clubes Santo Domingo, luego Central, Santiago y La Vega. También fue el primero de los clubes de leones sureños.

Sus compañeros de matrícula lo eligieron varias veces para cargos directivos, entre ellos la presidencia del club, en períodos no consecutivos. En los clubes de leones, solamente dos de los cuatro vocales duran dos años en el cargo. Michel estuvo también en otras posiciones directivas en más de una ocasión. Alguna vez fue jefe de zona y luego vicegobernador de región. Fue titular, asimismo, de varias asesorias distritales por designación de gobernadores del Distrito.

Fue un socio león sobresaliente en su club y en el Distrito por el entusiasmo y la entrega desplegados en el cumplimiento de las funciones que se le confiaban. Eso explica que recibiera placas de reconocimiento, certificados, medallas y diplomas otorgados en varios períodos de gobernación, como de la Oficina Internacional. El último certificado que le fue enviado recociéndole cuarenta años de afiliación continua se recibió en vísperas de su deceso, sin que fuera posible que lo recibiera por su deteriorado estado de salud. El club programó una plenaria especial para entregarlo a su domadora luz y a sus hijos.

En la oportunidad en que sus compañeros de matrícula quisieron postularlo para gobernador del Distrito, adujo, para la no aceptación, que no había terminado con los estudios de sus hijos. Durante los primeros años del Distrito, su hogar fue anfitrión de los dignatarios llegados a Barahona. De vuelta el doctor Gerineldo Pérez y Pérez a su lar nativo luego de varios años de ejercicio profesional en otras ciudades, se convirtió, no por imposiciones suyas ni por negativa del doctor Michel, en el anfitrión por excelencia, que sigue siéndolo.

Varios seminarios de instrucción leonística en el Sur y otras regiones contaron con la participación del doctor Michel como disertante. Le gustaba hablar de la importancia del intercambio entre los clubes de leones, para darle vida al turismo interno y concretar el objetivo de “Unir a los socios con lazos de amistad, buen compañerismo y entendimiento mutuo”.

El doctor Michel fue un entusiasta organizador de las plenarias conmemorativas y de visitas oficiales de dignatarios. Se empeñaba entonces, como también otros miembros del club, en que resultaran lucidas y animadas.

Los socios leones de Barahona, junto con personas de otros sectores comunitarios, patentizaron en el sepelio el aprecio que se le tuvo siempre al doctor Michel.

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