Nelson Cruz ejemplo de trabajo y sacrificio  en GL

Nelson Cruz ejemplo de trabajo y sacrificio  en GL

Seleccionado el Jugador más Valioso en la Serie de Campeonato de la Liga Americana por su destacada participación con el equipo   Rangers de Texas, el pelotero dominicano Nelson Cruz  tiene los pies bien puestos sobre la tierra y el éxito alcanzado hasta el momento no lo obnubila, por el contrario, entiende que la disciplina, los valores morales y la formación familiar deben primar en todo ser humano sin importar el oficio a que se dedique.

El jardinero derecho,  oriundo de  Las Matas de Santa Cruz,  Monte Cristi, participó en la Esquina Joven de HOY, donde conversó con niños y adolescentes de  pequeñas ligas de las academias Luisito Mercedes y  La Javilla. 

El deportista narró  sus inicios en el mundo de la pelota, así como de las vicisitudes que tuvo que superar junto a otros colegas en sus primeros años en Estados Unidos luego de ser firmado.

“Mi tío tenía un taller de mecánica, y mi padre me llevó para que trabajara allí cuando saliera de la escuela, y así   mantenerme ocupado y lejos de los vicios. Recuerdo que iba, prácticamente, en contra de mi voluntad,  pero ahora cuando miro hacia atrás, entiendo que era por mi bien. En varias ocasiones me dieron mi pela para que fuera al taller”, comenta entre risas.

Narró  que amigos y allegados siempre le aconsejaban que ingresara a una liga porque veían en él  condiciones físicas para la pelota.

Fue a los 15 años cuando decidió ingresar a la liga local  Ramón Matías, tras participar en un partido de softbol escolar, donde tuvo una participación destacada, recibiendo muy buenos elogios de los presentes. Después de participar por un año en otras ligas en Santiago y otros lugares, es firmado, teniendo una trayectoria ascendente y cuyos récords augura seguirá superando.

 Ritual.  Ante preguntas de los presentes, aseguró que antes de acudir al terreno de juego le gusta alimentarse bien para poder resistir la jornada.

“Si el juego es en la mañana, me preparo   un sándwich de huevo, tocineta y aguacate, acompañado de un jugo, y si es en la tarde,   mi esposa o mi madre me hacen la bandera: arroz, habichuela y carne”, expresó.

 Anécdotas. Recordó que en principio, cuando estaba en las ligas menores, sufría mucho porque él y otros colegas tenían que comprar sus alimentos y prepararlos en la habitación del hotel donde eran alojados, para que el dinero les rindiera. 

“Cuando llegué a Estados Unidos, la situación  fue difícil. En las menores el dinero no es suficiente y uno tiene que compartir los gastos  con otros compañeros. Entonces yo tenía una ollita de presión eléctrica, y entre cinco dominicanos hacíamos la compra, llenábamos una neverita de hielo   con todos los preparativos para  la comida y cocinábamos dentro del hotel. Nos llegaron a sacar de la habitación porque el olor invadía”, recordó ante un público que le aplaudió emocionado  escuchando sus anécdotas.

Añadió que tenían que terminar de cocinar en el área de la piscina.

“Así podíamos ahorrar un poco de dinero y traerle algo a nuestros familiares”, precisó al tiempo de recordar que en la habitación  habilitaban  cama de aire, mientras que otros se acostaban en una sábana en el suelo.

Recordó que constantemente tenía que  viajar de una ciudad a otra.

Al hacer mención de esos tiempos, hizo memoria de que otro motivo  para hacer esto era su escaso dominio del inglés y el apego a la comida criolla.

 Sin embargo, eso ya quedó en el pasado y hoy puede disfrutar de una serie de comodidades, que dice aceptar con humildad.

Es por ello que cada vez que viene al país se queda en su ciudad natal, dedicando gran parte de su tiempo a compartir con su gente. “Cada vez que visito mi pueblo distribuyo útiles deportivos a los niños para que practiquen”, precisó Nelson Cruz.

No descarta crear una fundación, a través de la cual pueda llevar otras ayudas a sus compueblanos.

En  el conversatorio, el joven estuvo acompañado de su amigo el   pitcher Amaury Rivas, quien juega con Milwaukee en las menores; su padre Nelson Cruz  y el periodista de El Día, Juan Mercado.

Disciplina.  El pelotero de Grandes Ligas, nacido el 1 de julio de 1980, valora la importancia de ser disciplinado. “Cuidar el cuerpo es fundamental, para mí es un templo. Uno  trata de disfrutar la vida, pero sin caer en estridencias. Para mantenerme en forma  levanto pesas  durante el año”, precisó.

Explicó que cuando sale del terreno de juego, ya en su vida íntima, le gusta compartir con su familia. Sus padres, su esposa y su niño de tres años son su prioridad.

 Durante su permanencia en Estados Unidos en temporada de juego, en sus tiempos libres le gusta escuchar música y ver la mayor cantidad de programas y noticias del país. “Yo usualmente no salgo, puedo darme un trago cuando no tengo juego, pero prefiero      quedarme en casa”, dijo el joven pelotero.

 Al resaltar la importancia de la educación, recordó que estando firmado sus padres lo obligaron a terminar el bachillerato.

En ese sentido, no descarta en algún momento de su vida poder cursar una carrera universitaria. “En principio yo decía,  mi papá si me molesta, ahora quiere que yo estudie, y yo jugando pelota”, recuerda tras señalar que siendo adulto entiende y agradece ese gesto. A una interrogante del niño Julio César Mateo, respondió que es  creyente en Dios y que dondequiera que puede llevar la palabra lo hace, porque está consciente de que la juventud está perdiendo  muchos valores. Incluso, señaló que en el equipo de Texas, todos los domingos tienen como hábito el  estudio de  la Biblia.  

Las frases

Las tentaciones  van a existir, sin importar a qué te dediques, entonces hay que estar preparados para rechazarlas”.

Lo fundamental es la educación, cuando tú vas a la escuela y te educas, lo demás sale por sí solo”.

Llevar un mensaje positivo a la sociedad por los logros alcanzados, es algo muy bonito; que la gente te reconozca y aprecie”.

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