Boston Herald. Los Medias Rojas necesitan una temporada sólida y sin problemas de David Ortiz si planean seguir dominando el Este de la Liga Americana por encima de los Rays y de los Yanquis.

¿Todos estamos de acuerdo? Manny Ramírez ya no está y los Medias Rojas no pudieron contratar a alguien que supliera la ofensiva que el otro dominicano se llevó al irse. Al poner esas dos realidades una al lado de la otra, y añada que Mike Lowell perderá muchos partidos mientras se recupera de una operación en la cadera y cada vez se hace más vital que David vuelva a su previa condición en el 2009.

Pero tan pronto Ortiz salió al terreno el miércoles en la mañana para el primer entrenamiento del club, volvió al médico el día siguiente.

Según el club, perdió los entrenamientos del jueves porque durmió encima del brazo izquierdo y se sintió mal. Pero también perdió el del viernes.

Vaya. Antes decíamos que David podia batear durmiendo. Ahora nos preocupamos porque se lesiona mientras duerme.

“El se siente mucho mejor”, dijo el dirigente de los Medias Rojas Terry Francona. “Creo que probablemente exageró un poco el otro día. No es un tipo que tira mucho en el campamento y hace jugadas defensivas. Pero pienso que va a estar bien. Solo es su hombro izquierdo. Está adolorido. No es una preocupación ni mucho menos”.

Pero considerando los problemas que Ortiz tuvo el año pasado, ¿no estaría bien que nos preocupáramos un poco? No nos olvidemos que Papi apenas jugó 109 partidos el año pasado debido a la lesión en su muñeca.

Y cuando jugó, sus números estuvieron muy por debajo. Su porcentaje de embasarse pasó de .445 en el 2007 a .369 el año pasado. Su promedio de bateo, .332 en el 2007, cayó a .264 la temporada pasada.

En el pasado, Ortiz ha podido jugar con lesiones. Todos nos preocupamos durante los últimos días de la temporada del 2006 cuando Ortiz fue hospitalizado por un ritmo cardíaco irregular, pero cuando volvió a la alineación lució muy bien y quebrío la marca de jonrones para un zurdo en la franquicia que estuvo en poder de Jimmie Foxx desde 1938.

El año siguiente, estuvo aquejado de molestias en la rodilla, quadriceps y hombro, pero aun así jugó en 149 partidos y ayudó a los Medias Rojas a su segunda Serie Mundial en cuatro años.

Pero el año pasado, para ser francos, Ortiz no pudo jugar por el dolor. Y cuando sí lo hizo, sus turnos al bate fueron pobres.

Un Big Papi más delgado llegó a los campamentos esta semana e inmediatamente habló de que no se sentía muy bien con los comentarios relacionados a su edad y salud.

“A veces oigo comentarios y eso lo único que hace es fortalecerme”, dijo. “Escuché gente diciendo que me estoy poniendo viejo y yo apenas tengo 33 años. Nunca he visto que a nadie le digan que es viejo con 33”.

Ortiz debe saber que la gente lo verá mucho durante la primavera, buscando fallos y otras señales de edad y óxido. Y eso es natural. Cuando los jugadores se pierden muchos partidos por una lesión, la siguiente primavera los observan más de cerca.