Escenario: Frente a su vivienda, un ciudadano brasileño encuentra un escape del drenaje sanitario.
El empleado del servicio público le informa que debe llamar para hacer una cita y el problema le sería resuelto en 2 ó 3 semanas y ante el asombro del ciudadano le entrega una tarjeta de la entidad oficial con un nombre y número telefónico detrás para que, si lo desea, llame a su primo quien podría resolverle el asunto más rápidamente.
El recomendado evaluó el daño y le informó que lo resolvería en una hora, con mínimos gastos de materiales y el precio sería una abultada suma porque él, aproximadamente, ganaría un 20%, asignaría un 5% para su ayudante, su primo recibiría 25% y el restante 50% el primo lo entregaría a su jefe.
Ese “mecanismo” pero un poco más sofisticado, era el usado por Odebrecht, que sobornaba legisladores y funcionarios gubernamentales de Brasil para ganar (¿o gana todavía?) contratos de obras públicas.
Desbordando su ambición, chocó con un grupo de competidores (incluyendo Estados Unidos) fiscales responsables e investigadores federales que le dieron un golpe mortal a sus operaciones de soborno y lavado de activos, lo cual fue llevado en forma impresionante al cine, en una reducida serie de Netflix titulada The Mechanism (El Mecanismo) del 2019, basada en la obra “Operación Lava Jato” de Flavia Pacheco, donde insertan la escena del ciudadano y el plomero desnudando el macuteo de funcionarios públicos.
En nuestro país Odebrecht tuvo contratos y operaciones que aún tienen cuestionamientos. Para los interesados en el tema, esta serie sería muy ilustrativa porque lo fundamental, fuera del agregado dramatismo cinematográfico, está cuidadosamente revelado.