Neurobiología de la Depresión

Neurobiología de la Depresión

El Dr. Rodrigo Córdoba, psiquiatra colombiano, gran investigador en el campo del comportamiento, nos dictó una conferencia sobre los aportes de la neurobiología en el tratamiento de la Depresión Mayor.

En la oportunidad, el expositor fue invitado por los laboratorios Lilly, en nombre del antidepresivo Cymbalta, la duloxetina, medicamento que usamos  con gran eficacia en los estados depresivos y particularmente en el caso nuestro como neurólogo, en los procesos de dolor neuropático,  hernias, dolores crónicos y la fibromialgia.

El  expositor inició el “conversatorio”, señalando que en el auditorio se encontraba el Dr. José Angel Saviñón, a quien calificó como “figura señera de la psiquiatría latinoamericana”, y resaltó los méritos de una red  digital que el profesor coordina  desde  hace muchos años sobre psiquiatría práctica y psicofarmacología, “Red” que se ha convertido en un ejemplo para toda América Latina, por su rigor académico y además dar la oportunidad de intercambios y comunicación científica, -Savinontsantos@codetel.net.do- Tenemos lazos afectivos desde nuestros padres.

Se habla de  que 3 ó 4 personas de cada cien han tenido o tendrán un episodio depresivo en el curso de sus vidas. Algo que resaltó el expositor, es el hecho de que una cuarta parte de los pacientes con enfermedad mental, se sientan primero frente a los médicos no siquiatras.

Esto  resalta el hecho de que la expresión clínica de las depresiones es muy variada en gran parte de los casos, y es de vital importancia que el médico detecte a tiempo esas manifestaciones clínicas inespecíficas en unos procesos, bizarras en otros, que son parte de un cuadro depresivo y no corresponden a una organicidad.

Ya la Organización Mundial de la Salud determinó a principios del siglo pasado que la principal causa de ausentismos laborales son los cuadros depresivos larvados. Donde lo oneroso de la enfermedad está relacionado no con el costo de los tratamientos, sino con la baja productividad individual, esa alteración laboral del rendimiento, que es lo más gravoso en las depresiones.

Estos pacientes tienen más incapacidades y bajos rendimientos por encima de otras entidades como el dolor y las enfermedades cardiovasculares.

Esto, lógicamente, lo convierte en un problema de grandes proporciones, pues la persona pierde su “funcionalidad”, no es efectiva, está apática, acompañado todavía de una actitud vergonzante, para aceptarlo  como una enfermedad mental. De ahí la importancia de reconocerlos a tiempo e iniciar su intervención, con manejo adecuado por manos expertas.

Enfatizó que los cambios bruscos del peso de los pacientes, las alteraciones del sueño, el insomnio que se inicia, variaciones del rumbo,  le cambia al paciente su óptica de ver las cosas, generalmente se enlentecen, llanto espontáneo y sensibilidad extrema, presentan sensación de cansancio, acompañada de debilidad.

Se hacen apáticos e indiferentes ante las cosas que antes le producían placer. Las ideas de culpa, la minusvalía, expresiones como “yo no puedo”, “no me siento capaz” aparecen. Los arropa el pesimismo, gran dificultad para concentrarse y muchas veces es una de las causas de alteración de la memoria, está entre las preocupaciones de los pacientes, en verdad se trata de un cuadro depresivo importante que debuta con esas alteraciones. 

Hay parámetros muy claros sobre los que se ancla el diagnóstico de depresión. Así  que cuando estos síntomas están presentes, esa apatía, esa tristeza  sórdida, dolorosa,  se llama depresión, busque ayuda urgente.

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