Neuroeducación y el “mercadeo de la educación”

Neuroeducación y el “mercadeo de la educación”

La crisis mundial de la educación, como todo fenómeno social, es el resultado de una multiplicidad de factores que, como producto de la degeneración del comportamiento social, se van añadiendo a unos nuevos modos de conducta que responden a la forma de pensar delineada por el “facilismo” y el “individualismo”. Este modo de pensar y de actuar en la sociedad se conoce como Neoliberalismo. Las caras visibles y cotidianas de este “ismo” son, en la expresión popular, “sálvese quien pueda”, “dónde está lo mío”, “sácame mi comida aparte”, “primero Yo, después Yo y si queda algo, también Yo”. Es la expresión vívida y descarnada del perverso pensamiento “misehayekiano”. Ese “facilismo e individualismo” ha sacado de la consciencia colectiva expresiones tan humanas y tan justas como “solidaridad”, “compromiso”, “lealtad”, “colectividad”,” compañerismo” y ha castrado las sanas aspiraciones de superación académica de las últimas tres “generaciones”, en términos de Julián Marías.
Pues bien, como se sabe, el Neoliberalismo ha propalado entre los gobiernos de los Estados la política del “libre mercado”, teoría según la cual “todos” los problemas sociales tienen su solución asegurada poniéndole “precio de mercado” a todas las responsabilidades del Estado que atañen al cuidado y protección de los menos afortunados ante la rapiña de los “más afortunados”. Obviamente, no lo dicen así. Se valen de una serie de eufemismos que han elaborado para maquillar tales fines.
“Nada de educación ni de salud gratis, porque nada es gratis en la vida”. S. Piñera, 2011, Chile.
Es así como en el campo de la educación, los gobiernos de los Estados de todo el globo terráqueo que tienen la doble condición de genuflexos ante el imperialismo y de patrocinadores de la corrupción (pública y privada), han sido altamente permisivos en la privatización de la enseñanza de tal suerte que ya parece irreversible. Estos gobiernos han mostrado ser incapaces de torcerle el brazo a la insaciable, extensa e intensa sed “monifágica” de los poderosos dueños de instituciones educativas privadas, fundamentalmente en el nivel de enseñanza primaria donde el Estado tiene una responsabilidad constitucional.
Para Germaná (2006), tres aspectos han estado incidiendo en el rumbo degenerativo de la educación globalizada:
1) La mercantilización de la educación
2) La instrumentalización de la educación al servicio de la formación del “capital humano”
3) El uso de la educación como medio de legitimación de la división social
Para el capitalismo salvaje, la educación es una mercancía más. De hecho, la educación se ha convertido en una actividad regulada por el mercado. Entiende Germaná que, de este modo, es comprensible que sea la lógica del capital la que busque imponer los objetivos, la organización y las prioridades de la educación que se debe “vender” y que el “mercado de la educación” se haya venido transformando en la panacea del neoliberalismo para resolver los problemas del sistema educativo. Solución que, obviamente, nunca llegará porque el capitalismo solo busca mano de obra o capital humano barato y para ello solo se requiere entrenamiento básico. El Neoliberalismo ha exigido y ha impuesto la liberalización y la desreglamentación del sector educativo, dejando al “libre mercado” que establezca sus criterios sobre las finalidades y sobre la organización de la educación. Pregúntese e investigue qué buscan instituciones como las EDUCA que pululan en América latina, creadas y dirigidas por capitalistas.
Ante este panorama que matiza la crisis de la educación mundial, es perentorio adoptar la alternativa científica que constituye la Neuroeducación con la propuesta de más cantidad y, sobre todo, calidad de la educación que se sirve
Con Germaná (2006:13) se postula:
1) Poner en discusión los principios que rigen el sistema escolar despojado de intereses mercantiles.
2) Esta perspectiva implica un cambio en la concepción, fines, métodos y condiciones de la enseñanza.
3) La Neuroeducación que implica la socialización de la educación no es un proyecto utópico. Las condiciones para su planteamiento y discusión ya están dadas: los métodos y contenidos de la enseñanza transmitidos de una generación a otra a través de los profesores han entrado en crisis… una nueva educación plantea un nuevo estilo de vida social, un trabajo no alienado y una nueva jerarquía de valores.

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