José Silié Ruíz 
La hermosa ciudad de Dubái fue la sede hasta hace unos días del XXIV Congreso Mundial de Neurología donde nos dimos cita neurocientistas del mundo entero. Allí participamos junto a una nutrida delegación de neurólogos nacionales. Debo reconocer que quedé impresionado muy favorablemente de esta moderna ciudad del Golfo Pérsico que constituye la principal urbe comercial con más de 200 rascacielos. Abu Dabi es la capital; en esa isla están las oficinas principales del gobierno y la famosa mezquita Sheikh Zayed de la que luego conversaremos.
El edificio emblemático de Dubái es el Burj Khalifa, este es el rascacielos más alto del mundo, es la arquitectura en su máxima expresión. Se presenta impresionante emergiendo del desierto a 825 metros (2,716.5 pies). Tiene 160 niveles habitables, teniendo el ascensor más rápido del mundo. Este rascacielos es un orgullo de la ciudad, por la extraordinaria combinación de arte, ingeniería y el trabajo de meticulosos artesanos para darle una imponente majestuosidad. Todos los días hay en su frente un espectáculo, en una fuente con música y un despliegue acuático extraordinario.Seguiremos comentado de esta grata experiencia. Tuvimos la dicha de hospedarnos en el hotel Radisson Blu, cercano y disfrutamos desde un elevado balcón el espectáculo de luces multicolores.
La noche inaugural del congreso asistió Shikh Mohammad Bin Rashid, el monarca jefe de gobierno, junto a la Dra. Farida Al Hassanim, del Departamento de Salud de los Emiratos. Esta última expuso en el congreso sobre el tema de la contaminación de los teléfonos celulares, que comentaremos más adelante. Como pasa en todos los congresos abiertos, hay de todos los temas referentes a las neurociencias, pero uno selecciona los de su interés particular por eso hoy conversaremos de la Enfermedad de Parkinson, una entidad neurológica degenerativa común y compleja, que se inicia años antes de que el diagnóstico pueda hacerse. El Parkinson es el resultado de una combinación de factores genéticos (herencia) y factores ambientales, donde sus manifestaciones tienen una amplia gama de síntomas, desde el temblor hasta la rigidez. Lo principal de esta entidad neurológica que se caracteriza por degeneración de las células y los receptores que manejan la dopamina y la aparición de la llamada patología de Lewy. Al momento en que se presentan los síntomas motores como la rigidez, se estima que ya se han perdido del 60 al 80% de esas neuronas dopaminérgicas.
Como en estos congresos se presentan los más actualizados manejos se habló de los biomarcadores, estas son sustancias que tienen la capacidad de detectar la enfermedad mucho antes de las manifestaciones clínicas, una de ellas la alfa sinucleina, la cual se valora en el líquido cefalorraquídeo. Por igual existen marcadores para lograr el diagnóstico temprano con la ResonanciaMagnética, tales como la furodopa, pero penosamente no disponemos de ellos en el país. Estos biomarcadores pueden detectar la enfermedad cuando aún no está establecida la dificultad olfatoria, y se valora si tiene las alteraciones del sueño en el período REM, si la persona tiene dormidas en el día, si padece de insomnio, si tiene constipación, si cuando cambia de posición medio se ladea (inestabilidad), si hay depresión, si tiene alteraciones cognitivas. Se presentaron experiencias con los nuevos medicamentos para el Parkinson:Ritary, Accordion Pill, Nuero Patch, Rotogotine, Zelapart, Azilect, y Safinamide, entre otras. Con pesar, como neurólogo, aceptamos que no disponemos de ellas en el país. Otro tópico tratado fue la estimulación cerebral profunda para mejorar el temblor del Parkinson, se usa desde el 2010; tengo varios pacientes que han recibido esta terapia eléctrica en Estados Unidos y Europa con buenos resultados. Finalmente, y de manera lógica, se habló del trasplante de células enfatizando que no todo es color de rosa en ese campo. No obstante lo anterior, sí podemos afirmar que felizmente tenemos en el país el Rotidin para el manejo del Parkinson.
