El abuso de alcohol y de estimulantes sexuales puede causar la muerte por enfermedades neurológicas y cardiovasculares, el problema es de abuso, por lo que la regulación y necesidad de educar es una tarea de las autoridades, dijo ayer el doctor José Silié, neurólogo.

Comparte que el país está ante una verdadera epidemia de abusos de sustancias, las cuales pueden tener un uso correcto para algunas enfermedades, pero que consumidas en forma abusiva pueden dañar la salud y llevar la persona hasta la muerte.

El especialista se refirió a la reciente denuncia del patólogo Sergio Sarita Valdez, quien reveló que las muertes que se producen en el país por el consumo de estimulantes sexuales en los hombres y por cirugías estéticas en las mujeres se han convertido en una verdadera epidemia.

Estos abusos, dijo, pueden derivar en una arritmia, convulsión y paro cardíaco y en el caso que el paciente sufra un infarto cardiovascular, la persona puede quedar con lesiones, como las hemiplejias y discapacidad en el habla.

Recomendó a las autoridades que regulen el uso de medicamentos que son estimulantes sexuales y que emprendan una campaña educativa para jóvenes y adultos.

Sugirió también una campaña de información a través de medios de comunicación, pues los médicos conocen de una población cada vez más joven que abusa de los fármacos y hace mezclas con alcohol y otras drogas.

“Cuando un hombre joven hace esas mezclas de fármacos y alcohol u otras drogas se siente un súper hombre, pues tiene una hiperexcitación, lo que a su vez impacta la salud”, aseguró el neurólogo. Es necesario que haya intervención estatal.

Muy peligroso. Sarita Valdez explicó que los hombres dominicanos en su mayoría desconocen que cuando consumen un estimulante sexual, el efecto que provoca en su órgano genital es el mismo que se produce en su corazón y su cerebro.

“Hay una epidemia por muertes por consumo de estimulantes sexuales en hombres”, dijo Sarita, lo que es de alta preocupación.

Para 2000, los mayores consumidores de estimulantes sexuales eran adultos y adultos mayores, entre 50, 60 y 70 años.