¡New York: Soy RD!

¡New York: Soy RD!

Rafael Acevedo Pérez

Desde los años 1940s mi familia se vinculó con New York, cuando apenas se iniciaba el patrón de relaciones que ha tenido un enorme y poco estudiado impacto en la vida de todos los dominicanos.

Los primeros migrantes del Cibao que recuerdo eran hombres y mujeres cuyos padres habían sido productores de tabaco, ligados al comercio de exportación a Europa, que fuera responsable principal de las luchas restauradoras de nuestra independencia; en virtud de una mentalidad emprendedora, igualitaria y progresista impulsora de nuestra incipiente democracia (PF Bonó).

Esa clase media rural cibaeña no siempre prefirió migrar a Santiago u otros centros urbanos, porque rara vez tenían más que instrucción primaria, y progresivamente fueron enfocando hacia New York, donde se podía ser obrero sin que nadie supiera que tú eras el hijo o la hija de don Fulano.

El flujo migratorio hacia los EUA fue de gente de buena presencia y buenos modales y costumbres; que no se sentían humillados de trabajar, ya que desde niños ayudaban a los colectores y tejedores de sartas de tabaco. Esos dominicanos crearon un prototipo migratorio de prestigio y respeto en New York, que sobre toda dificultad mantuvo un fuerte vínculo emocional con sus familiares y con su tierra; lo que les ha valido contra todo sentido de desarraigo y destierro, y les ha mantenido una identidad nacionalista inquebrantable.

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Especialmente, de un modo excepcional, los dominicanos de New York han sido ejemplarmente solidarios con sus familiares, a quienes remiten gran parte de sus sustentos, y los colman de felicidad con sus frecuentes visitas y sus ayudas a potenciales migrantes.

Estos dominicanos en New York y comunidades vecinas, en todo EUA, Europa y otras regiones del mundo, constituyen nuestro renglón de ingresos de divisas más importantes, libre de costos y de gastos administrativos o publicitarios. Y, de un modo admirable, han mantenido sus hábitos culturales, su modo de ser, sus valores cristianos, y nuestras tradiciones más auténticas y valiosas, fortaleciendo la dominicanidad tanto allá como aquí.

Recientemente, se ha estado iniciando en New York, Miami y otras localidades y países, un movimiento patriótico de remozamiento del ser y los valores de nuestra identidad, con el nombre de “Soy RD”; que está siendo presentado por grupos de líderes comunitarios y el doctor Carlos Felix Gimbernard, destacado desarrollista y estratega, doctorado en las más prestigiosas universidades de New York y de Inglaterra, ampliamente conocido también en nuestro país. Con una muy entusiasta acogida por nuestra diáspora, y que tiene la visión de lograr que nuestros hermanos en el exterior encuentren mejores vías de integración a los procesos de desarrollo de nuestro país, y así tener un papel más destacado y acorde con la relevancia que ellos han adquirido, especialmente en New York, donde cada vez más asumen posiciones de liderazgo empresarial, profesional, comunitario y político. Pasando, definitivamente, de ser ocasionales visitantes navideños, a valiosísimos hijos pródigos, propulsores de nuestro progreso y nuestra dominicanidad. Especialmente en tiempos que aún las naciones que siempre lideraron a Occidente, parecen estar perdiendo el rumbo.

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