El Presidente Leonel Fernández, en su tercer mandato como Presidente de la República Dominicana está dispuesto a iniciar una era de prosperidad como apoyo a la estabilidad del avance económico del país.
Aunque las economías nacionales en todo el mundo se están preparando para una crisis financiera a gran escala, la República Dominicana entra en la recesión de una envidiable posición fiscal. En los últimos 10 años, la inversión extranjera directa (IED) en el país ha ascendido a más de $ 10 mil millones. El año pasado, se vierte en el más rápido en su tipo en medio siglo, de acuerdo con el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).
En 2008, la IED alcanzó un máximo histórico de US $ 2,7 millones, más de $ 1 mil millones durante 2007, un salto de más de 58,8%. Cifras similares se esperan para este año, la principal agencia de inversión para prever que la República Dominicana pronto será el principal destino de inversión en la región.
Estas cifras son especialmente notables, ya que hace solo unos pocos años la República Dominicana fue azotada por el colapso bancario y la crisis económica. Este cambio de fortuna se atribuye al éxito del presidente Leonel Fernández en el restablecimiento de la confianza internacional en el país, y de una gama de nuevas alianzas estratégicas de la economía.
El presidente ha dedicado tiempo y esfuerzo de viajar a países como los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Taiwán y Corea, en un papel de embajador de su país mediante la promoción de las ventajas de la República Dominicana como un «trampolín» para entrar libre de impuestos a los Estados Unidos. El Presidente Fernández cree que el acuerdo de libre comercio ha llevado al crecimiento y seguirá haciéndolo. «Si los inversionistas europeos y asiáticos ven a la República Dominicana como un punto de contacto para la región oriental de Estados Unidos, podemos incluso superar a Singapur.»
Gracias a la aplicación del DR-CAFTA en 2007, un acuerdo regional de libre comercio con los Estados Unidos, la República Dominicana está recibiendo una oleada de interés por parte de empresas extranjeras que desean establecer operaciones allí. El gobierno también ha firmado acuerdos comerciales con la Unión Europea y su entorno de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que de seguro traerán futuras inversiones extranjeras directas.
«La República Dominicana ofrece un terreno fértil para la inversión», dice el Secretario de Relaciones Exteriores Carlos Morales Troncoso, señalando que el país de habla hispana comparte un lenguaje común con 45 millones de estadounidenses.
El trabajo para estimular la economía ha ido de la mano con la mejora de la calidad de vida de los dominicanos. «Para seguir adelante con nuestros planes de desarrollo nacional, es necesario atraer más inversiones extranjeras todos los días», explica Troncoso, y paralelo a eso, tenemos que consolidar la inversión privada Dominicana».
Los dominicanos ya se han beneficiado de fortalecer su economía. Entre 2004 y el primer trimestre de 2008, 470.542 nuevos puestos de trabajo se crearon, superando la meta de 400,000 para el segundo mandato del Presidente Fernández. Esto ha traído noticias aún más alentadoras: durante el mismo período, la pobreza en el país se redujo en más del 8%.
El Presidente Fernández, ahora en su tercer mandato, ha venido centrando sus esfuerzos más notoriamente en el ámbito social como parte de su gobierno Visión 2030 para maximizar el desarrollo. En enero y febrero de este año, que es anfitrión de una cumbre que está abierta al público con los líderes de los sectores privado, público y social para abrir un nuevo diálogo sobre la mejor manera de lograr la meta del 2030 de un desarrollo sostenible, sobre todo teniendo en cuenta la actual crisis mundial.
Algunas cosas son claras, sin embargo. El Secretario de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, dijo en una Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el año pasado que el gobierno dominicano continuará invirtiendo en el desarrollo social, en particular en la educación, la salud, la vivienda y la seguridad social. La actual cumbre, dice, «está dirigida a alcanzar un consenso nacional sobre la ruta que el país debe tomar para combatir la crisis económica en los próximos años».