La Semana de la Moda de Nueva York vive  durante ocho días, desde el    viernes 5  hasta el viernes 12, su tradicional cita con la moda.

En esta ocasión la importante pasarela está matizada por la recesión económica, un   ambiente caldeado por las próximas  elecciones presidenciales de noviembre y las celebraciones en el mundo de la moda de tres reconocidas agujas neoyorquinas: Calvin  Klein, Donna Karan y Betsey Johnson. 

La pasarela neoyorquina inició  su andadura con los diseños del tunecino Max Azria, con su línea BCBG Max Azria y las firmas estadounidenses Nicole  Miller y  Perry Elly.

Esta actividad reunirá más de 100 desfiles durante los próximos ocho días hasta el día de su clausura, el 12 de septiembre.

Perry Ellis

Tuvo dos palabras para sus clientes: conjuntos cómodos. Y Elie Tahari vistió a la pareja glamorosa como para una vacación cerca del mar, en la que tomarían cocteles helados mientras la arena tibia juega entre sus pies.

Max AzriaMax Azria trajo de regreso el estilo como de vendas de Herve Leger y vistió a las rockeras Joss Stone y Mandy Moore en la primera fila de su presentación. Rock & Republic se inspiró en las corrientes de la subcultura y los tonos profundos del morado, mientras que DKNY evocó el glamour de la década de 1970.

Diane von Fürstenberg

Mucho más campestre y bucólica que nunca se presentó  en la carpa de Bryant Park la distinguidísima  inventora del “wrap dress”: Diane  von Fürstenberg; sus modelos, cual ninfas de origen indio americanas, con cintas de cuero y plumas, y flores naturales a modo de diadema, se paseaban por la pasarela como si estuvieran disfrutando de un día en el campo al estilo hippie, lo suyo, más que un desfile, ha sido una parada fresca y divertida.

Lacoste

Tras el repaso a Rag & Bone y BCBG Max Azria,   apareció en pasarela la firma  Lacoste, que nos propone para el próximo otoño/invierno una ropa con fuerte inspiración en los resort de sky: monos, parkas, botas de cordones, maxibufandas, jerseys de otros. Incluso el escenario nos evocaba la nieve, ya que el suelo estaba recubierto de piel de borrego blanca.