Newton Rodríguez apela a sensibilidad de los medios

Newton Rodríguez apela a sensibilidad de los medios

Los trotamundos son personajes pintorescos que, además de viajar y tener enriquecedoras vivencias, disfrutan con gran intensidad la diversión personal, pero por ese mismo estilo de vida generalmente tienen poca inclinación a los temas medulares y de interés general de la vida cotidiana.
Por esas características, que tienden en cierta forma a fomentar el individualismo y la falta de sensibilidad hacia los demás, rara vez encontramos trotamundos que entre pautas y paralelismos, se sienten motivados a tocar asuntos que afectan a los grandes conglomerados sociales.
Uno de esos extraños y bien motivados personajes que, sin dejar de ser divertido en el buen sentido de la palabra, se interesa constantemente por temas de la agenda nacional es Newton Rodríguez, quien es apreciado en los ambientes deportivos y del entretenimiento local por su carácter afable y colaborador.
Desde hace décadas, se ha granjeado aprecio y muchas amistades porque siempre está dispuesto—sin restricción de lugar o tiempo y sin excusa alguna— a hacer que los que están a su alrededor la pasen bien y la única retribución a la que aspira es lograr ese feliz motivo de convivencia humana.
Como parte de su identificación con temas sociales y sin dejar de lado el perfil de su dinámica como relacionista público y organizador de eventos, ahora se dedica también a abordar con planteamientos críticos y muy bien documentados, cuestiones tan delicadas y de tanta importancia como el estado de la justicia y los actos ilícitos y las malas artes que se mueven en el régimen de propiedad, tenencia y posesión de la tierra.
Tras señalar con datos precisos una serie de casos y maniobras de cómo se han realizado fraudes y estafas con parcelas y tierras en varias localidades del país, entre las que figura Jarabacoa, Newton afirma que hay una “justicia de la maroma en que jueces van hilando leyes, amarrando y al final dando sentencias como ellos quieren, tengan o no tengan la razón”.
En un folleto que ha distribuido en diferentes lugares con reflexiones y pruebas sustentadas en torno a la expropiación de tierras y ventas ilícitas, afirma que con las malas prácticas en las actuaciones judiciales se afecta la credibilidad del Gobierno de turno y de las instituciones públicas y privadas.
Para evitar malas interpretaciones en cuanto a sus inquietudes y juicios, Newton aclara que no es político y que tampoco pertenece a ningún partido, y para lograr apoyo apela en ese sentido a los periodistas, que dice son los grandes defensores de la ciudadanía.
Cita casos de ventas irregulares de terrenos que se han hecho con propiedades de mucho valor sin que los herederos realizaran previamente, como corresponde, una reunión con todos los miembros para producir una repartición equitativa, careciendo además del poder convencional del Tribunal de Tierra.
En el documento, Newton observa y analiza lo que define como el pillaje y la viveza de unos cuantos en detrimento de los honestos, tras sostener que en cuanto a las propiedades que tiene su familia, gestionará su defensa en todas las instancias por encima de aquellos que quieren bajo artimañas, robarles su patrimonio.
Asimismo, denuncia que por sus denuncias ha recibido varias amenazas de muerte que comunicó a la Fiscalía sin que le hicieran caso, a pesar de lo cual mantiene su proverbial temperamento de cordialidad y de gestionar medios y proyectos basado siempre en la razón.
Mientras sigue de trotamundos y con una avalancha de inquietudes, una nota final y humana le caracteriza al andar siempre en sus tiempos libres junto a su hijo especial que tiene el síndrome de Down y del cual le preocupa su futuro cuando la muerte los separe.