El delantero del Paris Saint-Germain, Neymar, desató una ola indignación en su país por promover una fiesta con centenares de invitados en plena pandemia de coronavirus, que ya suma más de 190,000 muertos Brasil, según reveló el pasado sábado la prensa local.
El jugador del PSG recibió multitud de críticas después de que el periódico O Globo informara sobre el evento, que comenzó el viernes en una mansión en Mangaratiba, en Río de Janeiro, y continuará con la presencia de unos 500 invitados.
De acuerdo con el rotativo, Neymar también contrató una banda para entretener a sus visitantes a lo largo de los festejos.
Asimismo, para evitar molestar a los vecinos, construyó una clase de discoteca subterránea con protección acústica en los aledaños de la mansión fluminense.
La prensa local reveló además que la única regla impuesta por el camisa 10 de la Selección brasileña ha sido la total prohibición del uso teléfonos móviles.