Núñez da polémica por terminada

<p>Núñez da polémica por terminada</p>

POR MANUEL JIMÉNEZ
El director de Prensa del Palacio Nacional, Rafael Núñez, dio ayer por terminada la polémica con el secretario de Finanzas, Vicente Bengoa, pero antes recordó al funcionario que por decreto presidencial es el responsable de trazar y dirigir la política nacional de comunicación, publicidad y prensa del gobierno.

Núñez, en declaraciones escritas remitidas a este diario, sostiene que esas atribuciones se las concede el decreto 17-07 del 26 de octubre de 1983.

“Reconozco que no soy el responsable absoluto de cuidar la imagen del gobierno, que es una tarea de todos los funcionarios, pero el decreto 15-07 me otorga la facultad legal para operar en este sentido mientras ejerza estas funciones”, expresa Núñez.

Bengoa se quejó recientemente de que una alegada ausencia de política de comunicación habría generado confusión entre la población, respecto a la reforma fiscal.

Núñez, al dar por terminado su enfrentamiento verbal con Bengoa, insta al funcionario a que ambos “retomemos todas nuestras tareas cotidianas”, tras recordar que “este gobierno tiene demasiados retos por delante, a fin de enrumbar el país por el mejor camino, de manera que no podemos estar inmersos en estas discusiones estériles”.

Dice, además, que “los ciudadanos y ciudadanas esperan de nosotros, los funcionarios, que juguemos un rol más digno, más noble que emplear nuestras energías en debates fratricidas” .

Destaca que el secretario de Finanzas, al referirse a la política de comunicación del gobierno, habla como si se tratara de una cosa abstracta.

“La comunicación de todo gobierno está constituida por sus acciones y omisiones cotidianas y en ese tenor el rol principal de la comunicación recae en cada actor gubernamental, en cada secretario de Estado, en cada director general, que debe tener conciencia de la trascendencia de sus palabras, de lo que dice y lo que deja de decir”, afirma.

Núñez reconoce que tanto Bengoa como él mismo han incurrido en acciones y temperamentos “pocos prudentes” que, en definitiva, no contribuyen a forjar una buena política de comunicación en el gobierno.

Sin embargo, sostiene que la política de comunicación del gobierno “no es un sofisma, sino una estrategia de acciones cotidianas, en la que estamos involucrados un ejército de comunicadores, del cual quien suscribe es un humilde soldado”.

Al insistir en resaltar la vigencia del decreto 15-07,  el director de Prensa del Palacio Nacional dice que “son esas atribuciones”, las que lo empoderan para ser celoso guardián de crear y cuidar la imagen del gobierno y ser  responsable, además, de trazar la política de información y relaciones públicas del gobierno. Aclara que fue acogiéndose a ese decreto que “hice pública una posición de la que ya se había conversado a lo interno del gobierno, sobre la necesidad de que los funcionarios fueran más pro activos en los resultados de sus funciones”.

“Tengo sentimientos de lealtad y gratitud hacia el Presidente de la República que me obligan a defender su imagen y la del gobierno”, dice Núñez al concluir su declaración.

No obstante, aprovecha para recordar, además, que ha dedicado “todos los años de mi juventud a este proyecto sin hacer causa común en tribunas contrarias, por lo cual tengo motivos de sobra para preocuparme cuando un funcionario se convierte en la nota discordante de la orquesta que dirige el presidente Leonel Fernández”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas