Ni un aterrizaje suave en EU le ahorraría algunos golpes a los inversionistas

Ni un aterrizaje suave en EU le ahorraría algunos golpes a los inversionistas

Por Tony Tasell
Eche una moneda al aire y las posibilidades de que salga ”cara”, son por supuesto, de 50-50. Si la moneda cae igual en cinco ocasiones consecutivas, las probabilidades de que la próxima sea “cruz” sigue siendo 50-50. Muchos jugadores aficionados se sentirían tentados a apostar por “cruz” siguiendo la creencia errónea de que tiene que producirse un cambio; que la próxima tirada será una cruz. Pero las monedas carecen de memoria y las probabilidades siguen siendo las mismas. Eso se conoce como la “falacia del jugador”.

La psicología que la sostiene puede que sea una de las razones por las cuales los estrategas y observadores del mercado se siente cada vez más pesimistas con las acciones corrientes norteamericanas. En pocas palabras, el mercado de EEUU ha sido testigo de una larga cadena de ganancias y crecimiento económico, y a muchos inversionistas les preocupa intuitivamente que estén al borde de una situación desagradable que pudiera verse exacerbada por los desbalances estructurales de EEUU.

En el frente de los ingresos, la prolongación de la “racha” es bien sabida y está rastreada obsesivamente por el mercado. Para el segundo trimestre, los integrantes del índice S&P 500 se disponen a informar un crecimiento neto en los ingresos de 16.3%, de acuerdo con Thomson Financial. Dice que desde 1950 solo se ha producido otra instancia única de al menos 12 trimestres consecutivos de crecimiento en los ingresos de dígito doble: desde el cuarto trimestre de 1992 y finales de 1995.

En el frente económico, se ha visto una racha similar. Merril Lynch dijo la semana pasada que el ciclo promedio de expansión de los negocios en EEUU durante las últimas siete décadas había sido 65 meses. Dijo que la economía de EEUU está ahora en el mes 56 de su ciclo de expansión actual.

Y la Reserva Federal de EEUU ya hizo sonar la alarma al tomarse una pausa en las alzas de las tasa de interés, indicando que ahora está más preocupada por el impacto retardado de la política de ajuste monetario sobre el crecimiento, que por la inflación.

Con la creencia en el ciclo de negocios reforzada por las oscilaciones económicas y del mercado desde 2000, no sorprende que el sentimiento se haya ido debilitando cada vez más, vulnerable a los datos que apuntan hacia un vuelco en la economía. La palabra recesión se ha vuelto algo más que un elemento principal del comentario entre estrategas y economistas. 

Sin embargo, se ha producido algo curioso en Wall Street. Ese triste sentimiento no se ha traducido en caídas sustanciales en el mercado de acciones.

El mercado de bonos empezó a apreciar las malas noticias, subiendo con fuerza, con rendimientos sobre los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años en baja de cerca de 5.25% en junio a cerca de 4.8%. Sin embargo, las acciones se han movido, con el S&P 500 5% más alto desde las bajas de mediados de julio, a pesar de las crecientes tensiones geopolíticas y otras inquietudes.

Puede que haya varias razones de índoles económica para esto. En parte, pudiera ser un intento por llegar al nivel de la temporada de ganancias mejor a lo esperado del segundo trimestre. También pudiera representar un alivio de que la Fed haya hecho un alto en la subida de las tasas de interés para restarle velocidad a la economía, aún mediante nuevos incrementos adicionales.

La otra explicación es que a pesar de todo el ruido negativo, las bolsa de valores están incluyendo en el precio un aterrizaje suave de la economía, que puede que sorprenda dado el flujo de malas cifras, en particular del mercado inmobiliario, que se está enfriando rápidamente.

Los conservadores de las acciones corrientes alegan que la desaceleración en el mercado inmobiliario finalmente conducirá a una capitulación del consumidor resistente por largo tiempo, pero cargado de deudas: el eje de la economía norteamericana

Pero el enfoque más agresivo es que el vuelco en el mercado de viviendas no será tan severo como predijo Jeremías y su impacto en el gasto del consumidor será modesto. Recuerdan el impacto de los vuelcos en el mercado inmobiliario de Australia y el Reino Unido.

En el campo de los optimistas, las emana pasada estaba Michael Moskow, el presidente halcón de la Reserva Federal de Chicago. “Aún cuando se produjeran grandes descensos en los precios en algunas ciudades, probablemente habría poca contaminación a una caída más generalizada en los precios por todo el país. Y aún cuando los precios sí bajaran nacionalmente, la historia indica que el impacto en el gasto del consumidor sería modesto y gradual”, dijo.

Algunos inversionistas pueden estar algo cómodos con lo que dice la historia. DE acuedo con Wachovia, la corporación de servicios financieros de EEUU, ha habido solo cinco meses de los últimos 40 años que han visto una caída en un año al nivel nacional en la media de los precios de la vivienda.

Esto pudiera resultar un alivio falso, dado el potencial para una corrección del reciente auge en el precio de las casas. Sin embargo, Simon Hayley, economista de Capital Economics, sugirió esta semana que algunos inversionistas pudieran haber revivido su fe en los que los mercados solían llamar “Greenspan put”.

Es una referencia a las “put options” -derechos a vender un título a determinado precio, que los inversionistas a veces sacan para protegerse de las caídas en el mercado. Si el título cae por debajo del precio de opción, los inversionistas pueden comprarlo más barato en el mercado y sacarle una ganancia con la venta. La idea era que el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, reduciría las tasas de interés para revivir la economía, si se deterioraban las condiciones.

Hayley dijo que los mercados de aciones ahora están apreciando un “Bernanke put”. Puede ser que Bernanke solo haya calentado el asiento como sucesor de Greenspan, pero dice que los mercados parece que ya concluyeron eso de que “mientras la Fed pueda recortar las tasas de interés todo está bien”.

Hayley dice que esto es un elogio a Bernanke por el reciente debate sobre si él podría lograr la credibilidad de su predecesor. Pero como él dice también, el “Greenspan put” no pudo dar mucha protección en 2001, cuando las acciones mientras las Fed reducía las tasas,

Aún cuando la Fed se las arreglara para lograr un aterrizaje económico suave, es probable que el deslizamiento encuentre baches en el camino, y esta es una perspectiva difícil para los inversionistas.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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