Con lemas como “Ni un paso atrás”, la comunidad LGTBI+ de España salió a la calle este miércoles, Día Internacional del Orgullo, para defender los derechos conquistados y plantar cara a la extrema derecha.
El pregón de las celebraciones del Orgullo en Madrid, entre las más conocidas del mundo, estuvo cargo de la artista trans Manolita Chen y los actores de la película “Te estoy amando locamente”, ambientada en 1977, cuando la homosexualidad aún era delito en España.
“No nos van a quitar el Orgullo. Si nos quitan la bandera, pondremos tres”, dijo Chen en una abarrotada plaza de Pedro Zerolo, en el conocido barrio de Chueca.
Así se refirió al partido de extrema derecha Vox, que ha impuesto su criterio en algunos parlamentos regionales y ayuntamientos de España para impedir que cuelgue de sus fachadas la bandera arcoíris como señal de apoyo a las personas LGTBI+.
Los conservadores del Partido Popular (PP) han recurrido a pactar con Vox después de las elecciones locales del 28 de mayo para poder recuperar los gobiernos de varias regiones y consistorios que antes estaban en manos de la izquierda.
Para ello, el PP ha tenido que ceder a cuestiones como la supresión de departamentos y políticas de igualdad o la reforma de leyes trans o la no exhibición de banderas LGTBI+ en edificios públicos donde gobierna con Vox.
Uno de esos consistorios es el de Valladolid, ciudad donde más de 1.500 personas se manifestaron hoy para no retroceder en sus derechos al grito de “Al Ayuntamiento le falta una bandera».
Docenas de personas convocadas por diversas entidades marcharon por el municipio de Náquera (Valencia) para protestar por la decisión del gobierno local, que conforman Vox y PP, de prohibir las banderas arcoíris en balcones y fachadas de edificios municipales.
“Nuestros derechos no se tocan” o “Vota derechos y no derecha» son también lemas coreados en varias manifestaciones y celebraciones más en otros lugares del país como Barcelona, Zaragoza, Palencia, Granada, Logroño o Teruel.
El alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, dijo que esta ciudad, donde existe una “mayoría” de mentalidad abierta, “hará frente a esta ola regresiva y reaccionaria de los populismos de ultraderecha que quieren arrebatar lo que tanto ha costado conquistar».
A pesar de todo, el PP ha intentado marcar distancias con Vox e iluminar por primera vez con el arcoíris su sede nacional, en la calle de Génova de Madrid, además del ayuntamiento de la capital, donde dispone de mayoría absoluta.
Y ha colgado también la bandera LGTBI+ en ayuntamientos en los que gobierna en solitario, como Valencia, Zaragoza o Logroño.