Nicaragua: La Policí prohíbe el tradicional recorrido de los “Cirineos»

Nicaragua: La Policí prohíbe el tradicional recorrido de los “Cirineos»

La Policía Nacional de Nicaragua prohibió este lunes el recorrido de los “Cirineos” en el municipio de Nindirí, una tradición católica en honor al hombre que cargó la cruz de Jesucristo y que se celebra con motivo de la Semana Santa, según numerosas denuncias divulgadas en las redes sociales.

Esos mensajes están acompañados en algunos casos por fotografías que muestran cruces y vestimentas religiosas tiradas en las calles después de que supuestamente los fieles huyeran de las fuerzas de seguridad, o de un video que se ha hecho viral en el que un policía advierte a un joven feligrés de la prohibición.

“No puede salir con eso”, ordenó el oficial al joven, vestido con túnica y que cargaba una cruz sobre su hombro en las cercanías de la parroquia de Santa Ana, en el municipio de Nindirí, al sureste de Managua.

«¿Por qué?”, le preguntó el promesante al agente.

“Está prohibido”, respondió el policía.

«¿Por qué está prohibido?”, insistió el joven.

“Yo solo les digo, nada más. Yo solo les digo, nada más”, advirtió el oficial señalando con el dedo índice de su mano derecha al devoto, mientras se retiraba del lugar marcando su teléfono móvil.

«¡Este es Nindirí católico!”, se escucha en respuesta al oficial.

RECREAN EL CALVARIO DE CRISTO

Los “Cirineos” es una tradición inspirada en Simón de Cirene, quien ayudó a Jesucristo a llevar la cruz camino al calvario, según el relato bíblico.

La tradición consiste en que hombres, mujeres, jóvenes y niños se visten con túnicas, cordones y mantos propios de la vestimenta judía, acompañado con una cruz al hombro, y se reúnen en el atrio de la parroquia de Santa Ana, y al sonar las campanas al mediodía salen corriendo por las calles, según la página de Facebook “Nindirí Católico”, dedicada a “fomentar la piedad popular y religiosa».

Los “Cirineos”, que durante su recorrido por las calles gritan “Se pierde el mundo” e invitan a las personas a hacer una verdadera conversión ante la maldad en la Tierra, salen entre el lunes y el sábado Santo, con excepción del jueves.

“Cada año cerca de 2.000 personas participan de esta tradición y todos tienen en común pagar promesas a nuestro Señor Jesús”, explicó “Nindirí Católico”, que sin embargo había adelantado ya durante el fin de semana que “por motivos de las restricciones que ya todos conocemos queda suspendida la tradicional corrida de los Cirineos».

El Gobierno de Nicaragua, a través del Instituto Nicaragüense de Turismo, promovía hasta el año pasado esa costumbre religiosa, que calificaba de una tradición de fe y amor a Jesús Nazareno inspirada en Simón de Cirene.


PROHIBIDAS LAS PROCESIONES EN LAS CALLES

La Iglesia católica de Nicaragua había dado por iniciada en la víspera las celebraciones de la Semana Santa sin procesiones en las calles, tras la prohibición del Gobierno que preside Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.

El Gobierno de Nicaragua, a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde febrero pasado, cuando no les autorizó a celebrar las procesiones de viacrucis durante la Cuaresma.

La orden policial fue adoptada después de que el presidente de Nicaragua y jefe supremo de la Policía Nacional, Daniel Ortega, tildara de “mafia” a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco.

El obispo de la diócesis nicaragüense de León y Chinandega (occidente), René Sócrates Sandigo, explicó entonces que la autoridad policial solo autorizó realizar los viacrucis de manera interna o en el atrio de las parroquias, pero no en las calles.

A mediados de marzo pasado, el Vaticano cerró su sede diplomática en Nicaragua, y su encargado de negocios en Managua, monseñor Marcel Diouf, abandonó el país centroamericano.

La Santa Sede tomó esa decisión luego de que el Gobierno de Ortega informara “que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”, después de que el papa Francisco calificara como una “dictadura grosera” al Ejecutivo de Ortega.

Francisco tildó de esa forma al Gobierno sandinista un mes después de la condena del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados “traición a la patria”, y de que Ortega lo llamara “mafia».

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