MANAGUA  (AFP).- El Instituto Nicaragüense de Energía (INE) efectuará una “revisión a fondo” de la calidad del servicio e inversiones que se comprometió a realizar la transnacional española Unión Fenosa al otorgársele la concesión para distribución eléctrica en 2001, informó una fuente de la entidad.

Tras un período de cinco años de gracia que vence en julio “es hora de medirles las costillas, desde el punto de vista de calidad del servicio y las inversiones que prometieron realizar cuando llegaron”, declaró a la prensa el director de INE, David Castillo.

Las medidas anunciadas se producen a una semana de que Unión Fenosa iniciara un racionamiento de energía que afecta a miles de usuarios individuales, así como del sector comercial, industrial y agrícola, argumentando un déficit en la producción eléctrica de los agentes generadores, lo que ha provocado descontento en el país. Castillo indicó que “ya no sólo vamos a estar evaluando el servicio a nivel general, las conexiones, los barrios, el alumbrado; ahora vamos a nivel particular, a nivel del servicio domiciliar”.

Para ese efecto el INE convocará la próxima semana a una licitación para la compra de equipos de medición y recursos, para evaluar en los municipios la frecuencia, el voltaje, alumbrado y la calidad del servicio a los hogares, apuntó Castillo.

El funcionario aseguró que una vez ocurra esta medida se aplicarán “descuentos tarifarios en los casos de la gente que no recibe el fluido por los apagones que se están dando” y que afectan a usuarios de cinco departamentos del país, incluida la capital. El INE, ente regulador del sector eléctrico, impuso el martes un multa por 200.000 dólares a Unión Fenosa por incumplimiento de pago a los otros agentes del sector,lo que es causa de apagones en el país.

La distribuidora también fue sancionada con 50.000 dólares por el cobro de alumbrado público a un municipio sin que este sea real.

Unión Fenosa justificó los apagones a problemas deficitarios en la generación eléctrica y a una deuda de 18 millones de dólares que tiene el gobierno por subsidios a jubilados y usuarios con consumo menor a 150 kilovatios y por suministro a la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).

Pero además de los problemas de producción eléctrica, Unión Fenosa comenzó a cortar el servicio de forma generalizada a sectores residenciales y comerciales donde hay un alto nivel de mora. Castillo reprochó a Unión Fenosa esta práctica ya que “no debería castigar al pueblo” por una deuda que tiene el gobierno.

La no gubernamental Red de los Consumidores, instó a la población afectada por los racionamientos a declararse en “desobediencia civil” y no pagar las facturas (…) hay que responder con chantaje cada chantaje”.

Según el organismo, Unión Fenosa “ha decidido prefabricar apagones en todo Nicaragua para presionar al gobierno y que les pague la deuda, y no desembolsar ni un centavo de su capital”

Los cortes de energía han causado colateralmente escasez de agua potable, atascamiento vial por la falta de funcionamiento de semáforos y aumento de la actividad delictiva por las noches en aquellos barrios que están a oscuras.