Managua. Equipos de socorro de Nicaragua trabajan hoy en el rescate de 27 mineros artesanales que permanecen atrapados desde el jueves tras un derrumbe en una vieja mina situada en el municipio de Bonanza, en el Caribe norte del país, tras lograr comunicarse con 20 de ellos, que se encuentran en un mismo punto.
“Veinte de ellos (mineros) están en un punto y pudieron comunicarse hacia afuera y pedir alimento y agua”, dijo la primera dama y portavoz del Gobierno, Rosario Murillo, a medios oficiales. El Gobierno, además, solicitó el apoyo de Chile, México y Venezuela para la búsqueda y rescate de los obreros.
Los 27 buscadores de oro quedaron atrapados el jueves, junto a otros dos que lograron salir por sus propios medios a la superficie, en una antigua mina artesanal en el municipio de Bonanza tras un derrumbe en el cerro “El Comal”, de acuerdo con la información oficial. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha orientado todas las acciones necesarias para el rescate con vida de los mineros. Ortega solicitó apoyo a los Gobiernos de Chile, México y Venezuela “por la experiencia que hay en estos países con situaciones como estas”, explicó Murillo.
El Gobierno de Honduras también puso a disposición su experiencia y conocimiento en labores de rescate, indicó. Gregorio Downs, portavoz de la empresa minera Hemco, que opera en el lugar del accidente, dijo a periodistas que una brigada de rescate ha intentado sin éxito aún “penetrar por la parte de abajo de la mina” para rescatar a los mineros, aunque no ofreció más detalles. Por su lado, el presidente de la Cámara Minera de Nicaragua, Denis Lanzas, explicó a periodistas que donde ocurrió el accidente “desafortunadamente es una mina que es inestable».
“No se puede meter maquinaria pesada, precisamente por lo inestable que son los suelos”, puntualizó. Lanzas dijo, sin embargo, que pese a que el rescate se está haciendo de forma manual, es posible sacarlos con vida “porque existen chimeneas de las minas viejas que les permite oxigenarse y poder respirar” a los obreros. La mina, donde ocurrió el accidente, fue explotada por empresas mineras que operan en Nicaragua y desde hace años permanece cerrada porque se agotó el recurso y por la inestabilidad del terreno, sobre todo cuando llueve, señaló Lanzas.
“Son minas antiguas que desde hace años se cerraron, pero sin embargo la pequeña minería han entrado a eso”, a buscar oro, pese a no tener ninguna seguridad, anotó.
El accidente en la mina, que ha provocado que el presidente Ortega suspenda la apertura, prevista para mañana, del puente Santa Fe, financiado por Japón y ubicado sobre el río San Juan, antes del tramo de frontera con Costa Rica, es la peor tragedia minera en la historia de este país, según ese sector.
“Nunca antes en la historia de Nicaragua habíamos tenido un atrape de 29 mineros artesanales”, reconoció el presidente de la Cámara Minera, quien dijo que, por tal motivo, las empresas mineras han volcado sus recursos y esfuerzos para ayudar al rescate. Las labores de rescate, que ya cumplieron 24 horas, son lideradas por la Comisión Municipal de Prevención de Desastres (Comupred), la Comisión Municipal de la Minería Artesanal, la Alcaldía de Bonanza, la empresa Hemco, la Dirección General de Minas, y la secretaría de la Costa Caribe.