Nicolás Dumit Estévez y el Santo Niño de Praga (souvenir/aparición, sacrilegio/devoción)

Nicolás Dumit Estévez y el Santo Niño de Praga (souvenir/aparición, sacrilegio/devoción)

POR MIGUEL D. MENA
Si recordamos una palabra de moda, se podría decir que Nicolás Dumit Estévez es uno de los artistas «globalizados» por excelencia. Nació en Santiago de los Treinta Caballeros (1967), la segunda ciudad de la República Dominicana. Entre los centros de estudios por donde ha pasado podemos contar la Universidad de la Ciudad de Nueva York (1996) y la Tyler School of Art, Temple University, Philadelphia (2000). Su espacio artístico es el urbano, aquellos donde la gravedad está en el rostro, los movimientos, los objetos, donde todos somos arlequines mágicos.

Nicolás Dumit Estévez traza rutas, líneas, convirtiendo sus acciones y performances en un momento de reflexión sobre las condiciones de ser y de tránsito del sujeto postmoderno, del ciudadano del consumo.  Sus trabajos han sido presentados en Nueva York (Franklin Furnace, Lower Manhattan Cultural Council, El Museo del Barrio, y el Queens Museum, entre otros), Canada (Kitchener), México (Universidad Autónoma de México), España (ARCO 05, Madrid; Idensitat, Cataluña) y naturalmente, en Santo Domingo, capital dominicana.

Aprovechamos su presencia en Berlín y Praga para conversar con Nicolás Dumit Estévez sobre su último trabajo, «In His Shoes», desarrollado entre el 18 y el 23 de junio del 2007.

 Miguel D. Mena: Cómo llegas a la idea de encarnar al Santo Niño de Praga.

Santo Niño de Praga: Surgí en la mente de Nicolás Dumit Estévez hace unos seis o siete años atrás, pero no me materialicé hasta el 2006 cuando  Martha Wilson, la directora y fundadora de Franklin Furnace invitó a Estévez a proponer una acción pública para la Quadrienal de Praga. Como resultado de esta invitación se acelera mi encarnación, fue realmente cuestión de días; reaparecí en la memoria de Nicolás Dumit Estévez casi milagrosamente.

MDM: Hasta la Edad Media se vivió con una noción de lo sagrado dentro del espacio público. Tú vives desde hace mucho en tiempo en Nueva York, en un espacio donde el referente esencial es el del consumo. ¿Qué puentes quieres tender entre Nueva York y Praga? ¿Pasas por la dominicanidad natal?

SNP: Nicolás Dumit Estévez vive en Nueva York, específicamente en el Sur del

Bronx, que es el mismo lugar desde el cual Yo inicio mi viaje a Praga. Vale aclarar que la transición material de Nicolás a Mi persona toma lugar en Berlín, ciudad que sirve de enlace entre Nueva York y Praga. Allí, la ceremonia de mi vestimiento  es oficiada por la curadora independiente Alanna Lockward. Esta parada en Berlín facilitó el cruce de fronteras, dadas las actuales reglamentaciones de transporte aéreo. Mi desplazamiento por los aeropuertos del 2007 hubiese sido una penitencia, algo absolutamente ajeno a Mi persona. Las cuatro capas de mi vestimenta y la pesada corona de oro hubiesen convertido en un suplicio el quitarme los zapatos ante los inspectores de seguridad.

La espiritualidad, para no mencionar el tema de la religión, se ha convertido en  un tabú dentro de las sociedades del llamado primer mundo. El intercambio y consumo de bienes materiales en sus grandes ciudades ha venido a llenar un vacío. Las catedrales del comercio son hoy las corporaciones que nos ofrecen un viaje directo al paraíso sin tener que molestarnos en pasar por el purgatorio. Para ascender al cielo sólo hay que abastecerse de ropa interior, trajes y zapatos de las marcas correctas, y no olvidar llevar celular. Dios sólo se comunica con los mortales a través de las nuevas tecnologías. Los que van al infierno son aquellos que no tienen con qué comprar.

Y hablando de viajes, Yo, según la leyenda, provengo originalmente de España, al igual que la incierta conexión de Nicolás Dumit Estévez, de origen dominicano, con  este país europeo. El ser nieto de españoles es parte de la mitología cultural racializante dominicana.

MDM: Cuál es tu percepción del espacio público de Praga, de su gente, ¿buscas algo?

SNP: El espacio de uso público en Praga es imprescindible para esta acción. Qué mejor escenario para una encarnación  divina que un lugar que combina una población mayoritariamente no creyente con una exorbitante cantidad de turistas atraídos por la magia mitológica de la única capital europea no-bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, pero que no cuentan con encontrarse un Santo Niño de carne y hueso. Souvenir/aparición, sacrilegio/devoción.

Yo busco (r)establecer  la conexión que existe entre los seres humanos independientemente de sus creencias.  El Santo Niño es un modelo de amor: gratis.

MDM: Cuáles son tus modelos en la escenificación de este Niño, ¿el teatro, el cine, la literatura?

SNP: Mi propia persona, el Arte y la vida diaria y luego los otros componentes que mencionas. El Arte y la vida diaria porque el Santo Niño se baña, come, y tiene funciones fisiológicas igual que todo el mundo.

MDM: Muchas gracias por la entrevista.

SNP: Recibe la bendición del Santo Niño de Praga.

MDM: Amén.

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