POR SOILA PANIAGUA
La Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA) negó ayer que fuera común a toda la banca llevar doble contabilidad y las prácticas fraudulentas encontradas en tres bancos que quebraron en 2003. La ABA consideró veraces las conclusiones de los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que analizaron la situación de la banca.

Advirtió de las consecuencias que tendrían informaciones que no son reales.

Dijo que referirse al uso de doble contabilidad y actividades fraudulentas afectan la imagen de un sistema bancario que aseguró opera dentro de las normas de organismos reguladores y supervisores.

La ABA, que agrupa a 12 bancos, se refirió a informaciones periodísticas que indican que el panel de expertos del FMI que analizó la quiebra de los tres bancos expresó su desacuerdo con la Asociación de Bancos Comerciales en el sentido de que el problema de contabilidad encontrado en el Baninter, el Mercantil y Bancrédito no ocurría en las demás instituciones del sistema.

La ABA ratificó la declaración que ofreció al Panel de Expertos que elaboró un informe sobre las quiebras de los bancos Intercontinental (Baninter), Nacional de Crédito (Bancredito) y Mercantil de que desconocía la existencia de contabilidades paralelas en esas empresas.

En un documento emitido anoche la ABA señala que el informe del evaluador independiente Roberto Zahler, rendido a la Junta Monetaria como Evaluación de las Inspectorías Asistidas, planteó que se hizo un esfuerzo serio por investigar las prácticas contables sin que se hallaran en los bancos prácticas fraudulentas.

En ese orden, agregó que el argumento del Informe del Panel de Expertos, de que «la expansión de los préstamos de los bancos en 2003 demuestra la existencia de contabilidad paralela en los bancos que permanecieron en el sistema», carece de asidero a la luz de las estadísticas reales.

«La ABA sustenta su declaración en las conclusiones de las Inspectorías Asistidas que hicieron técnicos extranjeros como parte del acuerdo con el FMI en 2003 y 2004, en el sentido de que en los bancos que permanecieron operando no se detectaron prácticas fraudulentas ni doble contabilidad», indicó.

Agregó que esa conclusión también ha sido hecha pública por el superintendente de bancos Rafael Camilo, quien recientemente sostuvo que «en los bancos no hay malas prácticas contables, como ocurría con las entidades que colapsaron y que las prácticas administrativas de esas instituciones bancarias en operación son adecuadas». Camilo habló ante el panel de los medios de comunicación del Grupo Corripio.

De acuerdo a la ABA, en ese mismo orden se pronunció en noviembre de 2003 Julio Cross, entonces superintendente de bancos, quien en el proceso de conclusión de las Inspectorías Asistidas dijo que no se habían detectado malas prácticas bancarias entre los que permanecieron operando, luego de la quiebra de los otros tres.

Refirió que Cross ratificó esa misma información en marzo de 2004.

Plantearon que existe transparencia en las operaciones de las instituciones financiera del país y que «si bien el PIB (Producto Interno Bruto) real disminuyó en 2003 en 0.4% con relación al año anterior como menciona el informe, el PIB corriente se incrementó en aproximadamente 27% en dicho año. Por su parte, la cartera de préstamos de los bancos comerciales experimentó un crecimiento de 33% en el indicado año. Este crecimiento fue inferior a la tasa de inflación de 42.7% durante 2003».

Dijo que en consecuencia, en términos reales, «los préstamos disminuyeron en vez de aumentar».

Explicó que si se descompone la cartera de los préstamos otorgados en moneda nacional y los concedidos en moneda extranjera, los primeros presentaron un incremento de un 21%, mientras que los segundos lo hicieron en 59%.

«En consecuencia, el fuerte crecimiento de los préstamos en moneda nacional en 2003 fue el resultado de la devaluación de 80% experimentada por la moneda nacional. El crecimiento que presentó la cartera de préstamos otorgada en moneda nacional de aproximadamente 21% fue inferior al crecimiento que experimentó el PIB corriente en el indicado año», dijo.

Agregó que ese crecimiento fue en parte el resultado de la cancelación de préstamos en moneda extranjera, que se convirtieron en préstamos en moneda nacional, eliminándose el impacto de una mayor devaluación futura para aquellos prestatarios que tenía préstamos en dólares.

Asimismo, opinó que los temas bancarios pueden ser debatidos libremente en la opinión pública, pero solicitó reservar los aspectos que corresponden a la justicia para los tribunales de la República, que deberán tomar decisiones soberanas sobre los eventos bancarios de 2003.

«Hay suficientes razones para que la confianza se mantenga fortalecida en el sistema de la banca comercial, con un índice de solvencia de 14.4%, 44% por encima del tope mínimo establecido en la Ley Monetaria y Financiera. Mientras, el índice de liquidez terminó en 2004 en un 40%. La cobertura es en estos momentos de 155% de la cartera vencida a más de 90 días y un incremento del capital pagado y reserva legal en 55% durante los últimos 24 meses, al corte del 31 de diciembre de 2004».

La ABA pidió preservar la confianza y la estabilidad logradas en la economía, «un proceso en el que ha jugado un papel determinante el fortalecimiento del sector financiero, a través de un notable incremento en su base de capital y de un nivel de solvencia muy por encima de los estándares nacionales e internacionales».