MOCA. Para Víctor Jiménez Solorín, hermano del empresario Olegario Jiménez Solorín y el médico Leonardo Jiménez Solorín, muertos a tiros por su cuñado Abelardo Rafael Núñez, durante una reunión familiar el domingo, la familia jamás volverá a ser la misma.
Al informar que todas las versiones que han salido en la prensa sobre el hecho son falsas y que el crimen estuviera motivado por asuntos de una deuda, indicó que todos ellos estaban en un encuentro en la casa de su madre, convocado por su hermana Adriana, esposa del victimario, quien trataría, supuestamente un problema que la aquejaba.
Aunque Jiménez Solorín narró parte de lo ocurrido, no especificó los hechos que desencadenaron la tragedia. Se limitó a decir que nada de lo que ha salido en la prensa es cierto y no contestó ninguna pregunta de periodistas en una rueda de prensa que ofreció.
Una fuente cercana a la investigación aseguró, no obstante, que el dinero fue el motivo de la tragedia y que el médico Abelardo Rafael Núñez, autor del crimen, quien está en tratamiento psicológico, tenía un proceso penal abierto en contra las víctimas, vinculado con negocios.
Había descubierto que sus cuñados lo estaban engañando, poniendo todas las propiedades a sus nombres cuando en verdad quien los llevó a trabajar a la Capital fue él, dando todo el capital y entonces las relaciones se habían acabado y esto estaba en manos de los tribunales, dijo la fuente. Indicó que Núñez, tras la reunión, posiblemente se sintió burlado al ver que los hermanos no dieron su brazo a torcer y entonces fue a su vehículo, buscó el arma y les disparó delante de su madre, su esposa y otros familiares.
Víctor Jiménez, hermano de las víctimas, relató que él logró quitarle el arma, que su cuñado se quedó tranquilo tras el hecho y cuando llegó la Policía se entregó inmediatamente.
Residentes en Moca dijeron que estaban consternados, porque esa familia era muy conservadora y desconocían que tuvieran problemas familiares.
Al velatorio en la funeraria Corazón de Jesús no no asistieron la madre de los fallecidos ni la esposa del victimario, Adriana de Núñez. A Olegario Jiménez Solorín le sobreviven su esposa Mary Carmen Pérez y sus hijos Vladimir, Oleyka y Brayan. A Leonardo Jiménez Solorín, su esposa Arelis de Jiménez y sus hijos Leonardito y Airelí.
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El Juez de la jurisdicción de Atención Permanente del Juzgado de Primera Instancia local, licenciado José Namías, impuso anoche tres meses de prisión preventiva, como medida de coerción contra el médico Abelardo Rafael Núñez, de 57 años, por dar muerte a tiros de los hermanos Olegario Jiménez Solorín y Leonardo Jiménez Solorin, también médico, durante una reunión familiar el pasado domingo en Moca.