Técnicos del área de ingeniería de la constructora Impregilio desmienten la información que da cuenta de que en la construcción de los canales de riego del proyecto agrícola Aglipo II en la zona de Arenoso, hay supuestos vicios de construcción.

Según los técnicos, quienes emitieron un documento público, tales afirmaciones aparecidas en un diario matutino no tienen ningún fundamento basado en la técnica y las mismas no se corresponden con la realidad de la situación del proyecto.

Aseguran que todas las obras incluidas en el contrato Aglipo II «fueron construidas con apego a las especificaciones técnicas y al diseño proporcionado por una firma de consultora internacional japonesa».

Argumentan que esa firma «a lo largo de todo el período de duración del proyecto fue también supervisora para la buena ejecución de los trabajos, de acuerdo a las reconocidas normas internacionales de la construcción».

Explicaron que como consecuencia de la inundación que afectó el área del Bajo Yuna en la última semana de mayo que causó crecidas del caudal del río Yuna, se presentaron daños menores a unos cuandos paños de hormigón del revestimiento de uno de los innumerales canales de riego del proyecto que no fueron diseñados para soportar semejantes condiciones extremas.

«Más bien fue gracias a la excelente calidad de los trabajos ejecutados que ahora lamentamos solamente la ruptura de aproximadamente 100 metros lineales de revestimiento de un total de 260,000 construidos. Lamentamos mucho las acusaciones de algunos agricultores y productores de arroz que, entendemos se refieren a otra problemática ajena a la calidad de las obras del proyecto Aglipo II», subrayaron los técnicos.

La empresa Impregilio, de orígen italiano, ha sido la que en uno de los gobiernos del fenecido presidente Joaquín Balaguer tuvo a cargo la construcción de las más impactantes hidroeléctricas del país, entre las que se citan el complejo hidroeléctrico Jiguey Aguacate, entre otras.