Hoy 
Contra viento y marea, Nikauly de la Mota ha logrado mantenerse en la televisión. La permanencia no ha sido fácil, pues ha tenido que soportar las avalanchas de críticas sobre su persona y algunos de sus proyectos.
A pesar de todo, la comunicadora se siente satisfecha con su trabajo en este medio al que llegó muy joven y en el que ha alcanzado la madurez.
Hubo momentos en que las críticas casi la hacen desistir de sus sueños. Pero no se amilanó y sacó a flote su fortaleza.
Yo soy una guerrera, soy una mujer muy fuerte. A mí hay que matarme en la pelea porque soy una persona persistente y luchadora, tengo mucha fe y creo en lo que no se ve. Sé que si trabajas, encuentras lo que buscas, dijo.
A pesar de su capacidad de aguante, Nikauly recuerda que con la música tuvo su mayor momento de debilidad.
El público la vio (la debilidad) cuando enfrenté todas esas criticas con la música …realmente fui débil. A partir de eso disfruto que soy un mejor ser humano. Hoy valoro las críticas y las pondero mucho más que antes.
Aniversario. Este sábado Nikauly celebra los tres años de su programa Arriba y alante, que se transmite los sábados por Telesistema Canal 11 a las 3:00 p. m.
Para celebrar el aniversario, la comunicadora estrenará escenografía, línea gráfica y jingles, entre otras sorpresas.
La gente me verá en otra temática como animadora de televisión. Ahora me siento más segura para hacer cosas que antes no me atrevía hacer frente a la pantalla, explicó Nikauly.
Al evaluar estos tres años, la comunicadora dijo que ha logrado ganarse el respeto de la audiencia.
Enamorada y feliz. Desde el año pasado, Nikauly tiene una relación muy sólida. De momento no hay planes de boda, ya que un año no es tiempo suficiente para conocer a una persona.
La política. Nikauly piensa que algún día llegará a ocupar una posición política desde la cual pueda legislar a favor de los valores y los principios.
Aquí la gente vive de apariencia; tampoco hace lo que dice, o sea no es íntegra. Hay que legislar en pro de la integridad, dijo Nikauly.
