Una niña de cuatro años fue encontrada viva y sana tras perderse y pasar sola 12 días en el bosque alimentándose de bayas y agua del río.
Después apareció en el pueblo el perrito de Karina, que había desaparecido con ella, y la posibilidad de encontrarla viva disminuyó todavía más: «Hace frío. Teníamos la esperanza de que al menos la niña podría pasar las noches abrazando a su perro y así protegerse del frío, pero cuando este regresó pensamos que sería imposible», contó a los medios rusos el portavoz de los socorristas.
Sin embargo, dos días después un perro rastreador, usando las huellas del perrito de Karina, la encontró a unos 10 kilómetros de su pueblo viva, sana y psicológicamente estable, pese al susto que sufrió. La niña, que entiende todo y habla, ha contado que no recuerda por qué abandonó la casa y que sobrevivió bebiendo agua del río y alimentándose de bayas salvajes.