Niñas abusadas tienen problemaspara reinsertarse en la sociedad

Niñas abusadas tienen problemaspara reinsertarse en la sociedad

Por A. ORTIZ GOMEZ
La mayoría de las niñas que son víctimas de la explotación sexual y comercial tienen serias dificultades para reinsertarse en la sociedad, son violentas y se resisten a los programas formativos, expresaron ayer Sor Servia García, María Magdalena López y Marcelina Rodríguez, educadoras y psicólogas del proyecto Renacer, que trabaja con menores abusadas sexualmente.

Sin embargo, la experiencia de trabajar con niñas abusadas, aunque desgarrante, ha sido reconfortante si se toma en cuenta que seis de 104 niñas lograron insertarse a sus familias y al sistema educativo. La inserción se logró en la red de los politécnicos.

Unas 16 niñas que han sido abusadas sexualmente por familiares cercanos están ingresadas en ese hogar. La niña más pequeña que han recibido es de siete años de edad, pero actualmente la más pequeña que tienen es de 11 años.

MUCHA VIOLENCIA

“Es un trabajo doloroso, pero es gratificante, cuando una logra sacarlas del cuadro de culpabilidad en que llegan”, sostuvo Rosario.

Las niñas que han sido abusadas por familiares cercanos o por cualquier otra persona con frecuencia llegan al centro con miedo, agresivas, deprimidas y con una historia de pobreza y desconfianza en sus alrededores. Es tal el nivel de depresión y el cuadro de dolor que presentan las niñas que hasta el equipo profesional termina afectado.

La aspiración de las educadoras es que desaparezca el abuso sexual y físico, porque las secuelas y el daño resultan casi imborrables.

“Hacemos un trabajo para motivarlas a seguir viviendo, pero en realidad es un daño, una marca difícil de borrar, pero todo es peor si no hay apoyo familiar”, manifestaron.

Una parte importante de las niñas maltratadas por padres y familiares cercanos, también llegan con severos trastornos mentales, al punto que agreden hasta al propio equipo educativo.

Sin embargo, puntualizan, en el país no hay unidades de salud mental en los hospitales del Estado. Cuando tienen que ingresar una menor en una Unidad Psiquiátrica, tienen que hacerlo en el hospital Francisco Moscoso Puello, un centro destinado a adultos. El abuso sexual y la explotación sexual comercial con niños no tiene espacios concretos para ser tratado en el país, el tema es objeto de estudio en congresos y seminarios, analizaron, pero no llega a la práctica.

ABUSO,  NO PROSTITUCION

En el pasado, el proyecto Renacer trabajó con niñas en condición de explotación sexual comercial, pero la experiencia es que esas niñas reciben tal cantidad de violencia que desbordaban la capacidad del centro. “La mayoría de esas niñas ya sabe manejar dinero, tienen acceso a celulares, consumen alcohol y no pueden recluirse en un hogar a recibir jornadas de formación”, sostuvo Sor Servia García.

Para Sor Servia García, una Hija de la Caridad que dirige el proyecto Renacer y que trabaja con niñas abusadas  desde los siete años de edad, la experiencia de trabajo con esas menores “toca el alma”.

 De su lado, las psicólogas María Magdalena López y Marcelina Rodríguez, consideraron que las mayorías de las niñas explotadas no perseveran, por lo que el Estado debe planificar otro tipo de estrategia para ayudarlas.

EL APOYO FAMILIAR

La experiencia del Proyecto Renacer que funciona desde hace seis años en Santo Domingo Este les ha establecido que si la familia de la niña abusada se integra al proceso de recuperación y terapia, el problema se puede manejar con mayor éxito.

Las niñas que tienen mayores problemas son las que vienen de familias destruidas.

La violencia de que han sido objeto esas niñas se expresa en agresividad, por lo general se agreden unas a otras y manejan sentimientos ambivalentes con respecto a la figura del padre, “él es mi padre, pero me violó”, relatan las psicólogas.

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