Sigue grave  pero estable el niño Franklyn Morillo, quien fue contagiado de rabia por la mordida de un perro,  informó ayer la doctora Josefina Fernández, pediatra del hospital Robert Reid Cabral.

El pequeño de siete años experimentó ligeros cambios.   Por ejemplo, ayer  logró orinar.

Precisó que el paciente  está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos y está a cargo del doctor Rafael Encarnación.

El menor fue llevado a un coma inducido y a la aplicación posterior de un tratamiento de la autoría del doctor Rodney Willoughby, responsable del equipo médico del Medical College of Wisconsin en Milwaukee, el tratamiento consiste en poner el cuerpo en reposo (en coma) para que genere otros anticuerpos.

En ese sentido, la doctora Fernández, quien mantiene el contacto con el doctor Willoughby, aseguró que bajo esa terapia el menor Morrillo podría tener un 55% de posibilidades de haber creado anticuerpos.

Este sería el segundo menor infectado con rabia que se trata con esa terapia. El que se trató en abril falleció.

El chiquillo entró ayer a su noveno día de ingreso y ya lleva 15 días con todos los síntomas de la enfermedad de la rabia.

La rabia es una enfermedad 100 por ciento mortal. Se trata de un mal transmitido por animales, en el país por perros, gatos y mangostas, conocidas como hurones. Ha cobrado  cuatro vidas en lo que va del año.