Un niño de siete años que fue mordido por un perro infectado de rabia permanece en estado de gravedad en el hospital Robert Reid Cabral, informaron médicos de ese centro, quienes destacaron que el paciente fue sometido a un proceso de coma inducido para la aplicación de los medicamentos. Hoy le van a empezar a sacar de ese estado, puesto que ha respondido a la medicación.
Franklyn Morillo, residente en el sector Simón Bolívar, de Santo Domingo, fue atacado por un perro a principios de agosto, en momentos en que se dirigía a un colmado a comprar un pañal desechable.
Fue ingresado al hospital infantil Robert Read Cabral el 21 de septiembre.
Elizabeth Ramírez, su madre, contó a los médicos y a los periodistas que en principio no dio importancia a la mordedura del perro porque se trató de un rasguño, lo que para ella era insignificante.
Negligencia médica. Para la infectóloga Josefina Fernández, del hospital infantil, el caso evidencia una vez más una deficiencia del sistema de salud, pues la madre del menor pasó por tres hospitales y en ninguno de ellos le fue diaganosticada la rabia.
Según la jefa de Epidemiología del Robert Read Cabral, doctora Altagracia Méndez, en lo que va de año se han producido cuatro decesos por esa causa.
Un drama. Justo en el Día Mundial de la Rabia, la madre del menor ruega a Dios que haga un milagro y salve la vida de su pequeño.
Pasó por tres hospitales y en ellos tuvo que pagar por tratamientos que no mejoraron su condición. El hospital cubre los medicamentos.
Antes de ser atendido en el Robert Reid, en algunos centros los médicos creyeron que se trataba de una encefalitis.
El niño estuvo en los hospitales Doctor Francisco Moscoso Puello, Doctor Luis Eduardo Aybar y en el Hospital General de la Plaza de la Salud, en ninguno el diagnóstico acertó.
Ha sido tal el incremento de rabia animal en el país que la vacuna se agotó.
Los antirrábicos llegaron al país el sábado, confirmaron las autoridades.