Niño muere en fuego y hermano está grave en hospital Robert Reid Cabral

Niño muere en fuego y hermano está grave en hospital Robert Reid Cabral

POR JUAN M. RAMIREZ
Un infante de siete meses que murió carbonizado, un hermano de tres años en estado de gravedad, dos casas totalmente destruidas, así como otras tres afectadas, fue el resultado de un incendio en lo alto de La Zurza, en esta capital, atribuido por los vecinos a un corto circuito.

Los niños Estil y Hansen Castillo dormían junto a otros siete hermanos cuando se produjo el fuego que se expandió luego que explotara un tanque con gas licuado de petróleo (GLP).

Marta Difó Castillo, madre de los menores, explicó que el fuego se produjo cuando la energía eléctrica subió de repente, pero que no tuvo tiempo para auxiliar a todos sus hijos, debido a que las llamas coparon todo en varios de segundos.

Narró que no se produjeron más víctimas porque ellas y sus hijos más grandes sacaron a los más pequeños llevándolos a lugares más seguros.

Hansen Castillo se encuentra en muy mal estado en el Robert Reid.  Según la madre los médicos no garantizan la vida de su hijo, debido a que está quemado en prácticamente  todo el cuerpo.

Julián Castillo, el mayor de los hijos, logró salvar la vida de dos de dos de sus hermanos, mientras la madre atinaba por auxiliar a los de menos edad.

José Pinales, esposo de Difó Castillo, no estaba en la casa cuando se produjo el fuego.  Hacían diez minutos que había salido a visitar al suegro a unos cuantos metros.

Cuando regresó, luego que una hija de siete años fue avisarle, era tarde, el incendio había consumido el hogar, cobrando la vida  del más indefenso de la familia, al pequeño Estil, quien fue sepultado próximo al mediodía de ayer en el cementerio de Cristo Rey.

Tanto Difó como Pinales reclaman de las autoridades, tanto municipales como nacionales que acudan en auxilio, ya que el fuego lo dejó en la intemperie y apenas con la ropa que llevaban encima.

Además de la casa de la familia Castillo, también fue borrada por el incendio la vivienda de Pedro Santana y Leonardo Ferreira, dos viejitos que salvaron sus vidas porque los vecinos lograron romper la puerta y rescatarlos.

Ferreira se lamenta porque no ha visto a ninguna autoridad acudir al lugar del hecho, donde están a merced de la naturaleza.

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