Ángela Peña 
Ninón Lapeiretta Pichardo.
Fue una de las artistas dominicanas más versátiles y la que mayores aportes hizo a la cultura nacional, al punto de que “sus logros no han sido igualados por ninguna otra institución”, según consideración de historiadores y críticos en alusión a los organismos que creó.
Componía, tocaba piano, guitarra, mandolina y mandola. Recitaba, pintaba flores y paisajes y practicaba el arte de la pintura con los dedos.
Su obra quedó inmortalizada y el país reconocido en Europa, cuando la BBC de Londres escogió su “Suite arcaica” para conmemorar el centenario de la Independencia dominicana, en 1944. Fue interpretada “por el mundialmente famoso cuarteto Blech”.
Además, fue una gran emprendedora con las entidades que fundó para traer importantes figuras internacionales, impulsar artistas nacionales, auspiciar grandes eventos artísticos, fomentar las bellas artes, con el concurso de la iniciativa privada.
Entre otras creó la Sociedad Dominicana de Conciertos INTARIN (Intercambio Artístico Internacional) y la Sociedad Dominicana Pro Arte, que funcionó durante casi tres décadas, elevando el nivel artístico dominicano, promoviendo la clase, “teniendo que vencer los mayores obstáculos para poder seguir adelante su cruzada por el arte, que tantos sufrimientos y satisfacciones le brindó”, al decir del músico y compositor Enrique de Marchena.
Ninón Lapeiretta Pichardo de Brouwer fue escogida por el Ayuntamiento del Distrito Nacional para que una calle de Santo Domingo llevara su nombre junto a compañeros de arte. Dos de ellos recibieron el homenaje, pero olvidaron a Ninón.
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Era una niña y ya componía valses, canciones románticas y serenatas, y fue en 1940, al conocer al maestro Enrique Casal Chapí,que estudió composición, armonía y orquestación. Al año comenzó su derroche creativo. Fue cuando compuso la famosa “Suite arcaica”.
Luego escribió “Caprichos”, para instrumentos de viento, y la obra para voz y gran orquesta “Abominación de la espera”, con texto de Héctor Incháustegui Cabral, estrenada en 1943 por la soprano austríaca Dora Merten, con la Orquesta Sinfónica Nacional.
Otras producciones suyas son “Obertura jocosa”, para orquesta; “Preludio pastoral”, para pequeña orquesta “así como innumerables canciones para voz y piano”, consigna Arístides Incháustegui en su libro “Por amor al arte”.
Agrega que, en 1963, con su “Suite de danzas”, estrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional, ganó un segundo lugar en el Concurso Nacional de Música.
Desde los años 20, hasta poco antes de su fallecimiento, Ninón aparece en la prensa nacional casi a diario, hermosa, siempre sonriente, con larga cabellera, sola o compartiendo con personalidades del arte local e internacional. La definían entusiasta y batalladora, incansable. En 1945, el pianista puertorriqueño Jesús María Sanromá le dedicó en el programa de un recital: “A Ninón, mujer brava”. Aparece en diarios y revistas junto a Ramón Marrero Aristy, Héctor Incháustegui, Pedro René Contín Aybar, Aída Bonnelly, Elila Mena, Flérida de Nolasco, Manuel Simó, Casal Chapí, Enrique Mejía Arredondo, Todd Duncan, Sanromá, José de Jesús Ravelo…
Cuando se inauguró el teatro Capitolio, en época del cine mudo, animó y acompañó las veladas tocando piano, anota Arístides Incháustegui.
Niña precoz. Ninón nació en Santo Domingo el cuatro de enero de 1907.
Antes de aprender a hablar correctamente, ya tocaba piano. Su primera maestra fue Graciela Abreu. Continuó estudios con Dolores Alardo de García y cuando quiso ingresar al Liceo Musical no la aceptaron por su corta edad. Pero el maestro José de Jesús Ravelo al comprobar su talento musical, le permitió estudiar solfeo y teoría. Hizo sus estudios de piano con maestros particulares. Los últimos fueron Blanca Mieses y Manuel Polanco.
En 1940 estudió composición, armonía y orquestación con Casal Chapí.
Ninón era la madre de Myrna, Lilia y Luis.
Falleció en Santo Domingo el 22 de septiembre de 1989, después de un año separada de Pro Arte, por “serios quebrantos de salud”, según Listín Diario.
La calle
El 19 de agosto de 2003, el Ayuntamiento del Distrito Nacional designó las calles L, M, N y P, de Altos de Arroyo Hondo con los nombres de Manuel María Miniño, Manuel Simó, Ninón Lapeiretta Pichardo y Ramón Díaz Friedman. La N, que corresponde a Ninón, no ha sido rotulada ni inaugurada. Tampoco la de Miniño.
