Alrededor de 40 niños e igual número de padres del programa «Niños con una Esperanza» de Cien Fuegos, en Santiago, marcharon en compañía del pastor Pablo Ureña, para reclamar al síndico José Enrique Sued, una subvención a la que se comprometió hace más de cinco años.
Ureña dijo que para la marcha desde el Parque Ercilia Pepín hasta el edificio del Ayuntamiento Municipal, se ha convocado a los padres y a los niños para reclamar sus derechos y aclaró que van a estar en pie de lucha hasta que den el soporte que debe recibir el programa.
Durante el recorrido, señaló que no puede quedarse de brazos cruzados, por entender que hay que evitar que los niños vuelvan a lugares no concebidos y a quienes tienen que recurrir son a las autoridades que son a quienes les corresponde apoyar.
Nosotros entendemos que cualquier institución se debe sentir dignada en apoyar a la niñez y como establece la ley que se debe asignar un 4 por ciento para la educación, para el género y para salud; en especial del ayuntamiento, nosotros creemos que el trabajo que estamos realizando para ayudar a la niñez evitar que puedan emerger en la delincuencia en la violencia en la prostitución merece ser respaldo y no es lo que hemos estado recibiendo del ayuntamiento. Cinco años y nosotros a la fecha no hemos recibido un solo centavo del ayuntamiento, sostuvo Ureña.
Explicó que el 19 de junio del 2007 en una sesión en la sala capitular se acordó por unanimidad apoyar una subvención, pero posteriormente acordaron mandar la petición a la secretaria administrativa y a asuntos comunitarios para que determinaran el monto.
Sin embargo al cumplirse dos años nada ha prosperado a pesar de las cartas escritas para darle curso a esa petición y lo que ocurrió fue sin embargo, que en el presupuesto de este año no se asigno nada para el programa, por lo que estamos exigiendo un derecho a favor de los niños y niñas de Cien Fuegos, dijo el pastor Ureña.
Recordó que en el año 1999 la sala capitular de Santiago, mediante resolución del consejo de regidores se comprometió a implementar el programa Ayuntamiento amigos de los niños y que todo se quedó parado en el tiempo.
El Programa Niños con Una Esperanza, ha trabajado con un promedio de 400 niños de ellos retirados y muchos de ellos prevenidos. La cercanía del Vertedero de Rafey con la población hace vulnerable a esta niñez, y el tiempo de vacaciones es más peligroso para ellos, porque, aclara el pastor que el programa que dirige no tiene recursos, y el desayuno escolar solamente se recibe en tiempo de clases y el tiempo de vacaciones es donde ellos pueden ir con más facilidad.