Niños de tercer curso inician año sin tener en qué sentarse

Niños de tercer curso inician año sin tener en qué sentarse

POR MARIEN A. CAPITÁN
Sentados en el suelo porque no hay butacas suficientes, la mitad de los niños del tercer curso de primaria de la escuela básica Fidel Ferrer inició el año escolar. Acompañados tan sólo por la alegría y el ímpetu que regala la infancia, los pequeños toman sus dictados y hacen sus ejercicios sin pensar en los que sí tienen dónde sentarse: para ellos lo importante es aprender.

Así lo aseguran sus maestras, quienes sienten pena al ver que muy pocos de sus estudiantes cuentan con la suerte de tener dónde sentarse cómodamente.

Es que tener una butaca tampoco significa contar con demasiada comodidad: algunos pupitres están rotos y les faltan el respaldo o la mesa en que apoyar. Tener una silla, evidentemente, aquí no es garantía de nada.

Bien lo saben también los alumnos del cuarto curso, quienes deben compartir sus butacas con otros compañeritos. Es que, por no dejarlos en el suelo, las maestras de los dos cuartos que hay en el plantel optaron por buscar una solución salomónica: juntar a ambos grados y darles clases juntos.

Aunque la cantidad de infantes es mayor de esta manera, con ello las profesoras han logrado que no tengan que sentarse en el piso. ¿Mejor o peor? Es difícil, al ver a los pequeños apretujados, sacar una conclusión.

«Aquí no hay butacas, por eso es estamos dando clases juntos. Aunque la mayoría de los niños tiene que compartir la butaca, eso es mejor que sentarlos en el piso. Eso sería denigrante», indicó una maestra quejándose de la situación.

En otros casos, sin embargo, la cantidad de butacas ni siquiera es suficiente como para sentar a los niños juntos. Por eso, lamentablemente, los niños deben sentarse en el suelo. ¿Lo mejor? Ellos apoyan sus cuadernos sobre el suelo o en sus propias piernas y, trabajando callados, ni siquiera se quejan.

Sumado a la falta de butacas, en esta escuela tampoco cuentan con los libros de texto. Esto, sin embargo, no se está dando en la mayoría de las escuelas, donde los volúmenes ya se están repartiendo.

Otra escuela a la que también le faltan butacas, aunque en una dimensión menor, es a la República de Haití, un centro en el que se repararon 200 butacas pero aún les faltan 200 más.

En otros centros de enseñanza, sin embargo, los directores y maestros aseguraron que no tenían falta de butacas. Es, al parecer, una situación que está afectando sólo a algunos planteles.

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