La hidratación es una acción sumamente importante para mantener un buen estado de salud durante todas las etapas de la vida del ser humano.
Los niños de entre 1 y 5 años son uno de los grupos de mayor riesgo de deshidratación.
La falta de líquido en los pequeños puede afectar la salud, el rendimiento físico y cognitivo de los niños.
Una pérdida de agua superior al 1 % del peso corporal afecta al rendimiento mental; perder 2 % o más afecta a la memoria a corto plazo, la atención y la eficiencia aritmética.
Los expertos recomiendan una correcta ingesta de diaria de agua de los niños, especialmente los más pequeños. El líquido en formato de leche y zumos sin azúcar está entre las bebidas más aconsejables para mejorar la hidratación.