Niños hiperactivos

Niños hiperactivos

 POR MARGARITA QUIROZ
Se mueve excesivamente, juguetea con las manos o los pies, se levanta de su asiento cuando la situación exige que se quede sentado, parece no escuchar cuando se le habla directamente, tiene dificultad para realizar actividades de recreación sin hacer mucho ruido, habla en exceso y responde impulsivamente antes de que se termine de formular la pregunta; en fin, actúa como si tuviera dentro de su cuerpo “una planta eléctrica impulsada por 220 voltios”.

Se trata de un niño con déficit de atención con hiperactividad, o sea, lo que en buen dominicano se conoce como “un muchacho carpetoso”; un verdadero dolor de cabeza para algunos padres, parientes cercanos y profesores.

El 5% de los niños al nacer padecen esta enfermedad. Cifra que convierte a este desorden de comportamiento en el más diagnosticado durante la infancia, así como la causa más frecuente de los fracasos escolares y graves problemas de conducta (drogadicción, alcoholismo y delincuencia).

Pero todo no es negativo. Ante este desolador panorama han surgido buenas nuevas: científicos españoles detectaron, a través de un procedimiento clínico llamado espectroscopía por resonancia magnética, unas alteraciones metabólicas en el cerebro de los niños hiperactivos, hallazgo que permitirá un diagnóstico precoz y preciso de esta patología crónica.

La espectroscopía fue creada en 1995 y  hace tres años está a disposición de los pacientes de Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).

De acuerdo a la radióloga María Isabel Rodríguez Braga, quien es la única especialista que realiza este estudio en el país, años atrás, esta enfermedad sólo era tratada por psicólogos, psiquiatras y neurólogos, quienes diagnosticaban este trastorno a partir de los siete años de edad, empleando como método clínico el interrogatorio y la observación.

Contrario a estos procedimientos, con la espectroscopía se puede confirmar la anomalía, hasta en el momento de nacer. Por su lado, el especialista puede hacer una precisa y eficaz prescripción médica, que contribuiría a mitigar la enfermedad, ya que la hiperactividad no desaparece ni en la adolescencia ni en la madurez.

Luego de diagnosticar la enfermedad, ésta puede ser tratada, a juicio de la especialista, con una adecuada intervención médica, con tratamientos de conducta, programas de educación especial y medicación.

RADIOGRAFÍA DE UN TRASTORNO

Como bien explica Rodríguez Braga, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) se caracteriza por la falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Existen tres tipos de ADHD, cada uno con síntomas diferentes: en el primero predomina la inatención; en el segundo el aspecto hiperactivo-impulsivo y el tercero es una combinación de los anteriores.

Estos trastornos afectan con más frecuencia a los varones y una de sus causas puede ser genética, ya que el 25% de los padres de estos niños suelen ser hiperactivos o presentan déficit de atención. Otras teorías sugieren como causa al tabaco, alcohol,  los fármacos utilizados durante el embarazo, el plomo o la exposición a diversas toxinas en el medio ambiente.

La experiencia alcanzada por Rodríguez Braga, a través de más de 2.000 procedimientos practicados en el país durante los últimos tres años, la ha llevado a la conclusión de que los varones tienden a ser más hiperactivos que las hembras, no obstante, estas últimas padecen más de déficit de atención.

ESPECTROSCOPÍA O BIOPSIA VIRTUAL

La espectroscopía es un estudio de imágenes diagnósticas que visualiza la actividad bioquímica cerebral. Este procedimiento es conocido además como “biopsia virtual” o “fotobioquímica del cerebro”.

Según Rodríguez Braga, este estudio no es invasivo, es decir, que no necesita inyecciones o toma de muestra de tejidos. El niño simplemente se acuesta en la camilla de resonancia magnética y espera sin moverse a que se le tomen las imágenes.

Como bien explica la profesional especializada en Brasil, en los niños con este problema se encuentran alteraciones en los ganglios basales, que son unas estructuras bioquímicas localizadas en el centro del cerebro y en los cuales se detectan daños neuronales (en las neuronas). Además se registran alteraciones en los lóbulos frontales y  elevaciones de glutamato, que es una sustancia excitatoria cerebral  y es la que los lleva a actuar impulsivamente.

El análisis, con esta técnica, tiene una duración de unos 20 minutos. Los adultos olvidadizos, distraídos y depresivos pueden ser tratados con este procedimiento. Además, a través de la espectroscopía, se puede diferenciar un tumor de una infección o determinar sí la persona padece de Alzheimer.

CÓMO IDENTIFICARLOS

Niños con déficit de atención

– Tienen dificultad para poner atención a los detalles o cometen errores torpes en los deberes de la escuela, trabajo u otra actividad.

– Tienen dificultad para fijar su atención en las labores o actividades de recreación que están haciendo.

– Parecen no escuchar cuando se les habla directamente.

– No siguen instrucciones y no terminan los deberes de la escuela o trabajo.

– Tienen dificultad para organizar tareas y actividades.

– Evitan, les disgusta o se niegan a participar en tareas o actividades que exigen un esfuerzo mental sostenido.

– Se les pierden cosas que son necesarias para realizar tareas.

– Se distraen fácilmente con estímulos externos.

– Son olvidadizos en sus actividades diarias.

NIÑOS HIPERACTIVOS

–  Se mueven excesivamente.

– Juguetean con las manos o los pies.

– Se levantan de su asiento cuando la situación exige que se queden sentados.

– Tienen dificultad para realizar actividades de recreación sin hacer mucho ruido.

– Hablan en exceso y responden impulsivamente antes de que se termine de formular la pregunta.

– Tienen dificultad para esperar su turno.

– Interrumpen o molestan a los demás.

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