Niños hiperactivos

Niños hiperactivos

La hiperactividad infantil es bastante frecuente, calculándose que afecta aproximadamente a un 3% de los niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (hay 4 niños por cada niña). En el año 1914 el doctor Tredgold argumentó que podría ser causado por una disfunción cerebral mínima, una encefalitis letárgica en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia compensatoria; explosividad en la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos. Posteriormente en el 1937 C. Bradley descubre los efectos terapéuticos de las anfetaminas en los niños hiperactivos. Basándose en la teoría anterior, les administraba medicaciones estimulantes del cerebro (como la benzedrina), observándose una notable mejoría de los síntomas.

Los síntomas pueden ser clasificados según el déficit de atención, hiperactividad e impulsividad:

– Dificultad para resistir a la distracción.

– Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.

– Dificultad para atender selectivamente.

– Dificultad para explorar estímulos complejos de una manera ordenada.

– Actividad motora excesiva o inapropiada.

– Dificultad para acabar tareas ya empezadas.

– Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.

– Presencia de conductas disruptivas (con carácter destructivo).

– Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.

– Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan todo lo que pueden los deberes y obligaciones. Siempre acaban haciendo primero aquello que quieren.

– Impulsividad cognitiva: precipitación, incluso a nivel de pensamiento. En los juegos es fácil ganarles por este motivo, pues no piensan las cosas dos veces antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las preguntas antes de que se formulen.

Consecuencias en la familia con un niño hiperactivo

Los padres suelen definir a un hijo hiperactivo como inmaduro, maleducado y gamberro. Sus comportamientos generan conflictos en la familia, desaprobación y rechazo. Son irritantes y frustrantes en cuanto al éxito educativo de los padres, y algunos niños tienden al aislamiento social. Este trastorno ya se detecta antes de los 7 años y unos tienen síntomas más graves que otros. Una cosa que hay que tener en cuenta, es que si los padres riñen exageradamente al niño hiperactivo, pueden estar fomentando un déficit de autoestima por su parte.

El dato

1. Tratamiento de la hiperactividad

El tratamiento depende de cada caso individual.  El tratamiento farmacológico es a base de estimulantes para ayudar a que el niño pueda concentrarse mejor, y sedantes en el caso de que el niño muestre rasgos sicóticos. El tratamiento psicoterapéutico está destinado a mejorar el ambiente familiar y escolar.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas