Salud. Endocrinóloga habla del incremento de la obesidad y sus consecuencias

Las consecuencias del incremento de la obesidad en los niños ha tenido como factores principales la falta de actividad en los infantes y la mala nutrición.

Ha sido una cultura de muchos años, y aún se mantiene, la creencia de que cuando los niños están “gorditos” es porque están saludable. Sin embargo, esto no es científicamente cierto.

Los padres deben estar atentos respecto al peso de sus hijos, darle seguimiento de la mano de un especialista de la salud para determinar si su peso es el adecuado para su tamaño y edad, ya que de no ser así podría estar padeciendo de obesidad infantil.

A propósito del tema, la doctora Mariella Cedano Núñez, endocrinóloga pediatra, visitó la redacción de ¡Vivir! para hablarnos del impacto que ha tenido la pandemia de la covid-19 en la población infanto-juvenil, crisis que ha desencadenado una alta incidencia en la obesidad infantil.

Precisa la especialista, que producto de la crisis sanitaria, aunque no tiene estadísticas específicas al respecto, sí ha podido observar a través de sus consultas en el centro médico Hospiten Santo Domingo, una alta incidencia de niños con esta condición, lo que afirma no se queda solo en obesidad, sino que esto genera otras problemáticas de salud.
Causas

Refiere la también docente universitaria, que las razones de que la obesidad infanto-juvenil se haya disparado durante la pandemia ha sido producto del cambio de estilo de vida que tuvieron que asumir las familias con sus hijos, no solo en el país, sino a nivel mundial, teniendo que permanecer en las casas inactivos, sin escuelas, sin ejercicios, y con el agregado de consumir más alimentos de lo debido.

Consecuencias
Entre estas destaca la diabetes, hígado graso, hipertensión, dislipidemias, aterosclerosis y cáncer, entre otras enfermedades, que en niños y adolescentes, de diferentes edades, antes no eran frecuentes diagósticar.
Otras que podrían aparecer dice la facultativa son las enfermedades crónicas, complicaciones cardiometabólicas ya mencionadas.

Refiere también que la obesidad puede provocar que los cambios puberales progresen de manera tan rápidas que lleguen a provocar deformidades en los miembros inferiores, así como igual apnea del sueño, baja autoestima, consecuencias negativas que van en detrimento de esta población infanno-juvenil.

“No queda duda de que se cambió la pizarra por la pantalla, se activó el teletrabajo, aumentó la carga sanitaria, los negocios cerrados y todas las familias en cuarentena en casa, elevando todo esto, tanto en el país o en otros, la obesidad, y como consecuencias de ellos la aparición de otras enfermedades”

Cómo prevenir la obesidad
La endocrinóloga indica que es necesario que las familias asuman hábitos saludables en la alimentación y transmitirlos a sus hijos. “Estos hábitos deben incluir a toda la familia, establecer una dieta sana, variada y suficiente; en la que hayan verduras, frutas, granos, vegetales. Además de la práctica de actividades físicas de manera regular”, precisa.
Añade también, que es fundamental tener un régimen de visitas al pediatra de cabecera, ya que este le ayudará prevenir la obesidad y sus consecuencias, determinando si la ingesta de alimento, el índice de masa corporal y el percentil del niño o adolescente es el adecuado, entre otras valoraciones científicas.

Más recomendaciones
Aconseja la especialista que los padres deben disminuir el tiempo de exposición a las pantallas de sus hijos.
No dejar a los niños menores de dos años utilizar estos aparatos, y, entre los dos y cinco años, permitirlas pero solo por alrededor de media hora a una hora al día; y, a partir de los seis años, una hora, ajustando este tiempo de acuerdo a las necesidades escolar.

En cambio, en el caso de los adolescentes, la doctora recomienda dos horas como máximo al día, siempre con la supervisión de los adultos.

“ Ahora tenemos más niños con sobrepeso, producto de la ansiedad y falta de actividades”

“En la consulta privada el principal motivo de consulta es la obesidad”

Señala asimismo, que los padres deben estar alertas con las adicciones que podrían generar en sus hijos los videojuegos.