San José. Los niños indígenas, inmigrantes, afrodescendientes, con alguna discapacidad, así como de zonas rurales, costeras y fronterizas tienen menos oportunidades de desarrollo en Costa Rica, reveló hoy un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El VIII Estado de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, elaborado por la Universidad de Costa Rica y la Unicef, indica que aún persisten desigualdades en las áreas de educación, salud, protección, seguridad, acceso a recreación, entre otros.   Para las autoridades, Costa Rica enfrenta el reto de mejorar la calidad de los servicios de salud y ampliar la cobertura en los sistemas de atención, así como mejorar el acceso a la educación.

“Todavía existen muchas cosas por hacer y el informe ayuda a aterrizar adónde tenemos que invertir más y en dónde hay más desigualdades. Muchos niños reciben servicios básicos de baja calidad y algunas veces de baja cantidad, lo que inhibe un desarrollo integral desde temprana edad”, expresó a Efe el representante de Unicef en Costa Rica, Gordon Jonathan Lewis.   Datos oficiales indican que un 23,5 % de los niños inmigrantes, un 20,2 % de los indígenas y un 13,5 % con discapacidad, no asisten a centros educativos.   Además, prevalece un alto nivel de malnutrición (68,5 %), el 6,1 % de los niños tienen un déficit de peso, mientras que el 21,4 % presentó sobrepeso u obesidad.

«Muchas de estas vulnerabilidades se van arrastrando año tras año, iniciaron como niños pobres y terminaron como adultos pobres, entonces los hijos de esos adultos van a estar sujetos a esa inequidad de derechos, necesitamos cambiar eso”, afirmó Lewis.   El representante de la Unicef también destacó la importancia de la prevención de la violencia desde pequeños, para evitar que crezca la tasa de homicidios.

Para Lewis, las autoridades costarricenses deben realizar una “inversión inteligente” de los recursos entre las instituciones públicas, para ser más eficaces y garantizar una mayor inclusión social de la niñez.   Por su parte, la coordinadora del estudio, Patricia Fumero, criticó que los derechos culturales de los niños son altamente violentados en el país.