Entre las edades 6 y 11 años, los niños pueden experimentar el mundo de una manera maravillosamente libre.

Liberados de las limitaciones y frustraciones de la primera infancia, pero aún no en las inquietudes y demandas de la adolescencia, los niños de esta edad, que en la sicología se llama “período de latencia”, están ávidos por descubrir su mundo y su propio potencial. Se puede apoyar y orientar este proceso de descubrimiento decorando la habitación del niño adecuadamente.

Los niños en edad escolar son una mezcla. Al igual que los más pequeños, todavía necesitan espacio para jugar en el suelo y condiciones de seguridad. Pero, como ocurre con los de mayor edad, tienen que lidiar con un montón de tareas. Por eso precisan un escritorio de buen tamaño y una silla confortable.

Es muy bueno que el niño participe en la decoración de su habitación, de esta manera aprenderá a valorarla y cuidarla. Ya a esta edad los niños suelen tener alguna afición, interés o talento especial, que forman parte de su auto definición,  hay que incentivar todo lo positivo de ello. Y una gran manera de hacerlo es decorando la habitación con los temas de su interés.

Es importante que encuentre un tema decorativo que al niño le agrade, pero no olvide el mobiliario que ya tiene; si lo va a  utilizar, debe procurar que armonice con el resto de la decoración.

Una vez que tengan clara la temática que usarán,  deben elegir los colores que la complementen. Por ejemplo, si quieren usar colores  vivos  en la decoración, es conveniente que las paredes tengan un tono pálido, para que no esté sobrecargada de color y se oscurezca. Siempre debe haber un equilibrio en los colores, y es importante que la habitación sea luminosa.

Ten en cuenta que las imágenes de dormitorios en revistas pueden darte una idea, pero la vida real es bastante diferente.

Los libros, cuadernos, juguetes y ropa llenarán varios espacios, por lo cual una habitación decorada mínimamente se verá bastante cargada por la vida cotidiana. Una manera sencilla de decidirse por los colores, es enfocarse en un esquema de dos o tres colores como máximo, y  comprar determinadas piezas, telas o adornos con ellos. Si tiene muebles de diversos colores o tonalidades, una buena idea es pintarlos todos del mismo color o de alguna manera para que queden combinados y en armonía.