BARAHONA. La presencia de decenas de niños pedigüeños haitianos, con edades de entre seis y 14 años, en las calles de Pedernales, ha comenzado a alejar a los turistas nacionales y extranjeros que visitan esta zona, con el interés de presenciar y disfrutar de las bellezas naturales que caracterizan esta región.
Parte de estos niños desamparaos, acosados por la miseria y el hambre, deambulan por las calles, y otros se colocan frente a hoteles, estaciones gasolineras, colmadones, cafeterías, entre otros negocios, así como en las playas y parques, donde piden dinero y algo de comer a los visitantes. En ocasiones sustraen algunos objetos.
Además de alejar a los visitantes, la presencia de los niños, algunos completamente desnudos y otros vestidos de harapos, dan mal aspecto a esos lugares y crean una imagen deteriorada de esa zona turística.
Se comenta que los niños, que en su mayoría proceden de pueblos haitianos cercanos a la frontera, son enviados por sus padres a pedir. Algunos de ellos duermen donde los agarre la noche, ante la mirada indiferente de las autoridades correspondientes.
Enfermos mentales. Otro problema que molesta, tanto a los visitantes como a los locales, es la gran cantidad de personas con trastornos mentales que deambula por las calles de esa ciudad, algunas de las cuales lanzan piedras a quienes les molesta.
Algunos de esos enfermos mentales se le atraviesan a los vehículos en diferentes calles, provocando en ocasiones accidentes de tránsito.
Sectores locales han solicitado la intervención de las autoridades policiales y de Salud Pública, a fin de que busquen una salida a este problema.