Niños que viven con dementes, propensos a ideas suicidas

Niños que viven con dementes,  propensos a ideas suicidas

Mi abuela siempre está enferma!”, gritó irritada María. Su madre, imposibilitada de acompañarla a una excursión, le sugirió esperar a que la señora mejorara de su trastorno mental, porque no quería dejarla sola, pero esa actividad no era lo único que la bipolaridad había truncado en la vida de la niña de 11 años.
Cada vez más retraída, insegura y con el índice académico en descenso, ameritó asistencia psicológica, lo que según su progenitora fue lo mejor, porque le confesó a la psicóloga que tenía ideas suicidas.

El contacto con una persona perturbada puede surtir en los niños un efecto devastador que no siempre es percibido por los adultos ni en la casa ni en la escuela. Al dar la alerta, la psicóloga escolar Ivonne Guzmán llama a los padres a prestar atención a los cambios de comportamiento de sus hijos.

Define como algo necesario intervenir de forma integral en tres etapas: la primera, un programa preventivo para que no aparezcan conductas desadaptativas o problemas emocionales que afecten lo académico y desarrollo personal.

Otra forma es la intervención directa para dotar de herramientas al paciente y a la familia y evitar incremento de los síntomas y tercero, que la escuela acompañe a los estudiantes que viven con esta situación.

Advierte que muchos padres optan por no decirle nada a los menores, como una manera de protegerlos.
Sin embargo, pueden intuirlo y esa situación agudizar la falta de concentración en clase, olvidos, distrabilidad e insomnio.

También puede traer dificultades emocionales (tristeza, llanto frecuente, aislamiento, miedo, desinterés, irritabilidad) o conductuales (violencia verbal y hasta física, rebeldía…).

Guzmán indica que un manejo inadecuado puede hacerle entender al niño que no es importante y que por eso el miembro con la patología recibe más atención, por eso recomienda superar los prejuicios sobre las enfermedades psiquiátricas y presentarlas como cualquier otra que demanda atención y cuidados.

Define de suma importancia vigilar las reglas de equidad para prevenir burla o descalificación, promover una actitud compasiva y solidaria hacia las personas afectadas y cuidar las emociones ante escenarios estresantes producto del manejo de la perturbación.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas